La importancia del liderazgo para una buena gobernanza de las organizaciones

HISTORIA MÍTICA DE UN SERVICIO DEPORTIVO LOCAL (CAP. 3)

- Mamá que es Naboo?

- No es /Na-bo-o/ ni /Na-boo/, se pronuncia /Na-bu:/ Es como una "u" cerrada inglesa (/u:/), que suena como una "u" española, aunque un poco más larga... /Na-bu:/, /Na-bu:/ No sé qué es.

- Pues para no saberlo lo pronuncias muy bien. Todo el mundo sabe que Naboo es un planeta ficticio utilizado en la saga Star Wars. Su capital, Theed, está inspirada en la Plaza de España de Sevilla.

- … pues por algo será. No sé nada de ese Naboo. ¿Por qué lo preguntas?

- Es que este nombre lo he leído en algún artículo del papá. Esos que hace cuando se aburre.

- Lo que tenía que hacer tu padre es darse de alta y empezar a trabajar… ¡Antonio!, ¡Antonio!, hazme el favor de comprar el pan, si quieres comer con pan tierno, y esta tarde te vas a nadar, anda (…)

En la cocina hace un calor insoportable. No se puede poner el aire acondicionado a la vez que la vitro (cerámica), la lavadora, la televisión de la abuela que nunca se apaga, y los cargadores. Infinitos cargadores alimentando instrumentos o la nada, por toda la casa. La madre siempre elige hacer de comer sudando, chorreando de sudor. Cuando termine se irá a la playa con Lola, la perrita de la familia: un verdadero ser de otra galaxia.

- /Na-bu:/ es la Comala de Pedro Páramo, el Macondo de García Márquez. Es el lugar donde Jesuco y Eusebia afrontan sus dificultades en el universo mágico de La Lluvia. /Na-bu:/… ¡es un quiero y no puedo muy típico de tu padre!. Pásame la pimienta, anda.

María, que no podía cerrar la boca desde que su madre había empezado a hablar, no daba crédito a lo que estaba escuchando.     

- /Na-bu:/ evoca lo más profundo de la consciencia o del inconsciente –la madre de María seguía con su extraño monólogo- Na-bu:/ representa también la dialéctica ancestral entre dos interpretaciones del mundo diferentes. El mundo de las ideas platónico. Un lugar inalcanzable donde habitan los entes inmateriales, absolutos, inmutables y universales, de los que deriva todo lo que existe en el plano físico: la bondad, la justicia, la virtud o el mismo ser humano en sí mismo. Frente a él, el mundo inteligible es el mundo del conocimiento, la "episteme" aristotélica, al que se puede acceder a través de la razón y la inteligencia.  La opinión pertenece al mundo de lo sensible y las cosas sensibles se conocen a través de los sentidos. Pero /Na-bu:/ no es ninguno de los dos. /Na-bu:/ son todos los mundos posibles y ninguno en particular. /Na-bu:/ también es el devenir. Como afirmaba Nietzsche, sólo existe este mundo y cualquier divagación sobre otros mundos superiores solo nace del resentimiento contra la vida. No sé qué decirte María… Dile a tu padre que suba a comer.

María se dirigió hacia el sótano sin decir nada. Nunca había escuchado a su madre hablar así. Puede que los problemas laborales de su padre le hubieran afectado tanto que había perdido la cabeza. Eso era imposible. Para María, su madre era la más cuerda de la casa. La fuerza que lo mueve todo. El alma de la familia. Súbitamente, mientras reflexionaba, a María le asaltó una intuición: ¿no pertenecerían sus pensamientos también al universo mítico de /Na-bu:/? Bueno, por lo menos ya sabía pronunciar el nombre correctamente

 - Papá, la comida ya está lista. La mamá que subas. ¿Qué haces?

- Estoy escribiendo algunas notas sobre la historia de un verdadero héroe. Una persona íntegra e intachable como pocos. Vivió la angustiosa incertidumbre de los legionarios abandonados a su suerte por España en las dunas de Sebja y Smara. Noches al raso enterrados en arena esperando que llegara la licencia que les retornara a la península. Eso es carisma y no el de ahora. Unos años de derecho y un curso para hablar en público parece que te invisten de una autoridad moral cercana a la de los arquitectos. Una ilusión muy propia de los políticos que se sienten superiores porque su nombre apareció en la lista ganadora. Estar dentro de una urna no aporta conocimiento ni experiencia. Pasar muchas noches en el desierto, sin dormir, frente a un enemigo real que te puede rebanar  el pescuezo en cualquier momento y sin perspectivas de volver a tu casa, te da categoría. Te unge de una autoridad que no te la da hoy en día una estancia en la NASA. Eso era un jefe de servicio y no los de ahora.

María escuchaba atentamente a su padre hablar de esta persona extraña para ella, como un héroe mitológico. Como un semidiós griego.

- Este señor fue director de un patronato de deportes. Un funcionario ejemplar, íntegro como pocos y leal al servicio público. Las "GUERRAS CLON" por el control de los campos de fútbol llegaron a desanimarle más que las noches al raso en las dunas del desierto. Siempre se mantuvo firme ante la lluvia de propuestas absurdas del bando separatista. Los clubes agrupados en la Confederación de Sistemas Independientes llegaron a pedir su cabeza. La jubilación cercana le ahorró una segunda contienda, quizás menos real, pero tan ignominiosa como el abandono del Sahara Español. Este hombre ejercía una autoridad tranquila que todos los políticos respetaban. Aquellos que quisieron en alguna ocasión quebrarle no pudieron. Ni los de dentro ni los de fuera. De él aprendí dos cosas: que aunque no pronuncies bien las palabras te pueden entender, y que el honor de una persona ni se vende ni se compra. No sé si ambas cosas pertenecen al credo legionario, pero sí que conformaban la estructura básica de su personalidad. Sólo le vi quebrase dos veces: el día que su hijo sufrió un grave accidente y en la inauguración del Campeonato del Mundo de Vóley Playa. Ese día lloraron muchos almerienses, seguramente porque empezábamos a quitarnos las legañas del topónimo. Sin Vóley Playa no hubiera habido Juegos. Qué pena que dos figuras de la gestión deportiva local no llegaran a entenderse en el momento más importante de nuestra historia deportiva. Ni Vicente ni Pepe. Ni Pepe ni Vicente.

- Parece que le echas mucho de menos, papa.

- Puede ser… Echo de menos la lealtad hija. La lealtad de unos hombres y mujeres para con su jefe y el Servicio. ¡Ya subo que estoy hablando con tu hija!

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Nota del autor:

Operación «Contra Marabunta»

Testimonio real del Capitán Perote

El día 4 de noviembre de 1975, las tropas españolas del Sahara Occidental se desplegaron de nuevo en la frontera con Marruecos. A la VIII Bandera de La Legión se le ordenó que ocupara las posiciones al sur de la Sebja, donde se dirigía la marcha con la orden de detener la invasión enemiga. Esta operación fue llamada por las autoridades españolas como Operación "Contra Marabunta". Se tomó la determinación de que se impediría el paso de la marcha a partir de Hausa. Se estableció la línea Laadeim-Aguiul Tel-li-Daora, prolongada hasta Smara, como infranqueable, para lo cual se dispusieron campos de minas y barreras de Artillería para abrir fuego en caso de amenaza.

Sin embargo, la orden de operaciones en poder de los mandos españoles establecía la prohibición de hacer fuego y campos de minas que no estaban minados. La tranquilidad de los oficiales respecto a la población que se había quedado indefensa en las ciudades del Sur era manifiesta. Frente a las ametralladoras de los puestos españoles de defensa sólo una muchedumbre que según los momentos gritaba, rezaba o… pedía comida y siempre enarbolando banderas de Marruecos y E.E.U.U. Yo seguía sin entender nada, recordaba las palabras del Sr. Juste (Subsecretario del Ministerio de Agricultura) en Septiembre: " Capitán, el riesgo que corren. La ilusión que ponen y la sangre que están dejando, cuando este territorio ya no es de España, ya está entregado a Marruecos».

 (CONTINUARÁ)