La Ciudad Deportiva como estrategia de especialización inteligente

HISTORIA MÍTICA DE UN SERVICIO DEPORTIVO LOCAL (CAP. 4)

Las Ciudades Deportivas son aquellas urbes en las cuales la gobernanza pública ha valorado el deporte como fenómeno social multifacético, imprescindible para el logro de su desarrollo sostenible a nivel socio-cultural, económico y ambiental mediante el fortalecimiento y la animación del derecho al deporte y la recreación entre toda la población y a lo largo de toda la vida.

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María suele acceder a la casa por la puerta principal pero ese día entró por el garaje. Había salido con la vespa, una de las viejas motos disponibles para toda la familia. El padre de María adoraba los perros y las motos de pequeña cilindrada. En cierta forma, se veía identificado con unos animales y unos objetos cuya naturaleza acarrea un alto riesgo de abandono. Quizás, por eso, solía mantener diálogos con unos y con las otras, sin el menor atisbo de vergüenza.

- ¿Qué haces, papá? ¿Escribiendo de nuevo sobre /Na:bu/? (María no pudo evitar una mueca burlona al hacer la pregunta. Su padre tampoco renunció a reírse. En qué momento había decidido darle forma a semejante ocurrencia…).

- Déjate de tonterías, María. ¿Sabes que el vóley playa es deporte olímpico gracias a Almería? Esta historia es fascinante y puede leerse en esta web, gracias a la recopilación de un periodista almeriense.

María miró desde lejos la pantalla y alcanzo a ver una figura desgarbada de un pájaro gigante, caracterizado con un bañador de abeja Maya, chanclas, unas gafas, sombrero de paja y un balón de dudosa procedencia.

- Es curioso que en un momento donde la gobernanza pública valora el enorme capital social y económico que tiene el deporte y su efecto catalizador en las transformaciones necesarias para lograr el desarrollo sostenible de las ciudades, nadie se acuerde de este importante evento deportivo que le debe todo a nuestra tierra.

A estas alturas de la conversación, el padre de María ya hablaba sólo. María había dejado a su padre con la palabra en la boca, aunque él seguía razonando en voz alta, como si explicara a sus alumnos la importancia que el diseño de buenas políticas deportivas puede llegar a tener para el futuro de un país, de una ciudad. Había sido profesor universitario durante 10 años, pero hacía tres que el pleno municipal le había quitado la compatibilidad. La coincidencia de tres horas matinales con su jornada laboral, los lunes del segundo cuatrimestre, terminó fulminando una tardía carrera docente. Le gustaba enseñar y le servía de terapia contra el estrés del servicio de deportes. Su sueldo por esas tres horas semanales, 290 euros al mes. Toda una declaración de intenciones que no tuvo en cuenta ni la Agencia Tributaria (tenía dos pagadores) ni el área de personal del ayuntamiento. No enseñaba por dinero, enseñaba por vocación.

- Hoy en día, nadie niega la importancia del deporte como generador de nuevas fuentes de negocio -el padre continuaba su soliloquio SHAKESPEAREANO- , con todo lo que eso supone, y la importante contribución que puede tener para la habitabilidad de la ciudad la disponibilidad de buenas instalaciones y una variada e inclusiva oferta de práctica de actividad física. Por eso, están emergiendo por todo el mundo nuevos modelos de gobernanza pública en torno al deporte como estrategia de especialización inteligente. Son las denominadas Sport Cities o Ciudades Deportivas.

Algunas ciudades ofrecen facilidades concentradas en determinadas áreas, donde se diseñan, crean o revitalizan zonas deportivas temáticas en un lugar específico de la urbe. Otras, incluso llegan a calificar a toda la ciudad como «Ciudad Deportiva», a través de estrategias relacionadas con MARCA DE CIUDAD y/ o el DESARROLLO DE PROYECTOS en torno al valor deporte, que son coherentes con la imagen o el posicionamiento que se desea ofrecer. Hay estrategias que persiguen posicionarse como receptoras de equipos profesionales o agentes facilitadores de grandes espectáculos deportivos. Otras, lo que desean es atraer turistas en torno a determinadas prácticas de actividad física, principalmente las relacionadas con los deportes en la naturaleza. Todas estas estrategias permiten optimizar a medio y largo plazo la inversión, acrecentar el empleo y generar nuevas oportunidades de negocio, a la vez que dinamizan la inversión de operadores internos. Por no decir que es una fórmula magistral de recuperar la imagen que muchas extraviaron por el camino. Y no quiero mirar a nadie… (Ya lo estaba haciendo otra vez, estaba hablando con la perra y las motocicletas, en VOZ ALTA).

-Existen incluso rankings internacionales que las evalúan. Aunque no ofrecen ninguna definición de lo que es una Ciudad Deportiva, sin embargo, aportan diferentes aspectos que deben considerar las ciudades que aspiran a alcanzar el estatus de Sport Cities: realización de grandes eventos deportivos, buena infraestructura, presencia de organizaciones deportivas referentes del sector ya sea públicas o empresariales, utilización del marketing y gran capacidad y autonomía para atender los grandes desafíos.  Lo que las ciudades deportivas tienen en común no es solo una fuerte afiliación con el deporte, sino también la intención de aprovechar esta conexión para alguna forma de ventaja económica, social o reputacional, por esto se recomienda que la planificación de una Ciudad Deportiva tenga en cuenta las necesidades sociales, económicas y ambientales de la comunidad, mientras contribuye a maximiza el potencial económico de la industria mundial del deporte.

- María… eh..., ¡María ¿Dónde has ido? ¿No me has escuchado?... Qué potencial crees que tiene nuestra ciudad para poder convertirse en una de estas Sport Cities? Tengo que decirte que hemos perdido varias veces el tren. Una vez en 1992 con ese Campeonato Mundial de vóley playa y otra, en el año 2005, con la celebración de los Juegos Mediterráneos. Todo quedó “agua de borrajas”. Ya lo decía Hamlet: “ Ser o no ser, esa es la cuestión”. Es exactamente eso: existir o no existir y, en última instancia, vivir o morir.

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NOTAS DEL AUTOR:

El vóley playa fue integrado en las modalidades olímpica a finales de 2001. El acuerdo adoptado en una de las reuniones de ese año del Comité Olímpico Internacional (COI), corroboró la apuesta decisiva que esta disciplina deportiva inició en Almería (series mundiales de 1991 y 1992), de la mano de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB). Las Olimpiadas de Atlanta (1996) y Sidney (2000) incluyeron en sus programas la especialidad como deporte exhibición. Tras este periplo iniciado en la playa almeriense de El Zapillo, nueve años después, el vóley playa alcanzaría la oficialidad olímpica en Atenas (2004).

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Los XV Juegos Mediterráneos se celebraron en la ciudad de Almería del 24 de junio al 3 de julio de 2005, bajo la denominación de Almería 2005. Participaron veintiún países mediterráneos y hubo un total de doscientos cincuenta y ocho competiciones repartidas en veinticinco deportes. Amar Addadi, presidente del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos (CIJM) llegó a considerarlos como los mejores Juegos Mediterráneos de la historia.

Para albergar a los deportistas, jueces y periodistas, se planeó la construcción de una Villa Mediterránea a semejanza de una villa olímpica, junto a hoteles, un campo de golf, un hospital, un edificio polivalente (que hoy es un centro deportivo municipal) y recogida automatizada de residuos. El resultado fue la construcción de la urbanización de El Toyo, que después de los Juegos, sería explotada y conocida como urbanización turística con amplias zonas verdes y baja densidad de construcciones.

No puedes dejar de leer:

-“BAJO EL MANZANILLO” (web del periodista almeriense José Manuel Román, verdadero cronista y narrador de la historia el deporte almeriense).