La incertidumbre actual, la "nube" y la oportunidad en la recuperación.
A medida que la economía mundial se tambalea por la rápida propagación de COVID-19 y las drásticas medidas tomadas para frenarlo, muchas empresas están reconsiderando sus prioridades. Atrás quedaron los días en que las empresas se tomaban tiempo para decidir si debía adoptar una solución en la nube.
La crisis del corona virus ha dejado al desnudo las ineficiencias de muchas empresas al no contar con la posibilidad de operar sus sistemas críticos desde la nube. Durante las dos primeras semanas de la crisis (cuarentena) me tocó ver el nivel de confusión que significó para muchas organizaciones disponibilizar la operación de los sistemas de misión crítica a empleados que estaban operando desde sus casas: desde la adquisición de computadores portátiles hasta el acceso a las aplicaciones.
A continuación algunas reflexiones basadas en el sentido común y mi experiencia, sin intención de caer en los "lugares comunes", ni pretendiendo tener la "bola de cristal".
El trabajo remoto llegó para quedarse... y ahorra costos
La tendencia a trabajar de forma remota ganó tracción mucho antes de la pandemia, impulsada por la disrupción del último trimestre de 2019 (en Chile específicamente). Al respecto, una encuesta realizada por Dcanje.com reveló que un 66% de los encuestados evalúa positivamente su experiencia en teletrabajo y piensa que mejora sustancialmente su calidad de vida, un 72% de los encuestados trabaja por primera vez bajo esta modalidad remota y un 83% está muy dispuesto a hacerlo de manera permanente. Es decir, la fuerza de trabajo adoptó el teletrabajo de manera positiva y desea que sea definitiva.
En conversaciones con colegas, un tema común es la renegociación de los contratos de arriendo, está claro que muchas empresas, especialmente en el rubro de servicios, necesitan menos de la mitad del espacio de oficinas corporativas en esta nueva realidad. La disminución de los viajes y los gastos asociados a ello también a llamado la atención de muchos. Para los trabajadores remotos ha sido una grata sorpresa ver como su gasto diario disminuyó importantemente.
Faltaría resolver algunas cosas menores relacionadas con los espacios de trabajo en casa y desde el punto de vista de la fuerza de trabajo, tendríamos el problema resuelto.
Entonces, nos quedaría solamente disponibilizar las aplicaciones de negocio para el acceso remoto: ahí es donde entra a jugar la nube, el soporte de esta economía digital y remota. Para muchas empresas, el distanciamiento social les reveló que trabajar desde la nube es más fácil, además de quedar demostrado que el negocio está resistiendo de mejor manera la disrupción.
Hay un enfoque renovado en la eficiencia operativa
Con sectores económicos en un punto muerto virtual (el retail, los viajes, líneas aéreas, por mencionar algunos), una grave recesión económica parece casi inevitable de acuerdo al FMI. Independientemente de si estos temores son exagerados o subestimados, a medida que las fuentes de ingresos se agoten en este proceso, se refuerza el foco en la reducción de los costos operativos a medida que las empresas se esfuercen en proteger sus resultados.
El software en la nube puede ayudar a reducir los costos operativos y aumentar la eficiencia operacional. La implementación de mejores prácticas integradas en el software en la nube ofrece la oportunidad de mejorar los procesos de manera rápida, ya no hay tiempo para procesos de implementación interminables... y costosos. De esta forma, las empresas no solo pueden beneficiarse de un aumento a corto plazo de la productividad después de la implementación, sino que también pueden mejorar sus resultados finales a medida que consumen nuevas innovaciones que se les entregan automáticamente.
Las empresas favorecerán cada vez más OPEX sobre CAPEX
En estos últimos dos meses he visto como el 90% de los negocios se hacen en modalidad OPEX. Es lógico, la contingencia económica obliga a las empresas a cuidar la caja, entonces toma sentido pagar por suscripción y no desembolsar cantidades importantes de efectivo (necesarias para sostener el negocio) en un proyecto cuyo éxito puede ser incierto.
Considerando que el efectivo será escaso en muchos sectores de la economía en el futuro previsible, veo un cambio inevitable y sin retorno a la modalidad OPEX.
En algunos casos, se ha considerado diferir las inversiones hasta que la situación económica se alivie. Sin embargo, este podría ser un proceso largo, y las empresas con una configuración tecnológica desactualizada se encontrarán mal preparadas para aprovechar la recuperación posterior. Si su organización está evaluando actualmente la actualización de su panorama de TI, debe considerar la nube como una opción para conciliar las prioridades estratégicas a largo plazo de su organización con sus necesidades financieras a medio plazo.
Los que innovan durante la recesión ganarán cuando llegue la recuperación.
Tal vez esta es la gran oportunidad que nos dejará esta crisis, depende de cada quien tomarla o dejarla pasar.
Forehunters Chile: Selección de Personas, Outplacement Ejecutivo. Forevision Latam: Data Integration, Plataforma B2B RetailDiver. Dimensional Insight
4 añosExcelente Julio! En resumen, la nube y su modelo de negocio OPEX, debe alentar hoy a las empresas a decidir el cambio. En tiempos de motores en ralentí y caja ajustada, tienen que aprovechar de migrar a la verdadera solución que con mucha claridad planteas! Muchas gracias Julio!
Information Technology Project Manager en ACHS
4 añosEstimado Julio, estoy muy de acuerdo con tu visión, es claro que los servicios en la nube serán adoptados con una mayor aceleración que en el pasado y que permiten cumplir satisfactoriamente con todo, sólo mencionar que en este nuevo mundo se debe siempre tener en mente la alineación de los objetivos estratégicos y de gestión con las tecnologías, cosa que es evidentemente bien obvia de decir pero que en la práctica mucha gente compra tecnología por si misma sin tener claro el para que.
Procesos de Negocios - Arquitectura Empresarial
4 añosMuy bueno Julio, estoy de acuerdo en la necesidad de contar con herramientas para el trabajo remoto, y dentro de ellas las necesarias para la supervisión y control de calidad.