La Inconfortable Zona de Confort o ¿Dónde está tu Finisterre?

La Inconfortable Zona de Confort o ¿Dónde está tu Finisterre?

Se ha vuelto muy común hablar de  la "Zona de Confort"  para referirnos a algo que no nos hace bien y queremos/debemos cambiar, pero no logramos hacerlo solo por costumbre o temor,   y a mi modo de ver, y sabiendo un poco de como procesa las palabras nuestro cerebro,   ese "nombrecito"  nos atrapa aún más ella porque nos refuerza mentalmente la idea de que es cómoda cada vez que la pronunciamos.

Se llama sí, porque nos aferramos a lo conocido creyendo que nos garantiza seguridad y certeza, cuando en la vida lo único cierto es el cambio constante. 

Nos quedamos aguantando lo que tenemos solo por no decidirnos a actuar para lograr algo mejor.

Un minicuento que lo ilustra esto de estancarse en la "Zona de Inconfort":

Un perro aullaba de dolor constantemente, echado siempre en el mismo rincón del porche de una casa. Un vecino pregunta al dueño - ¿Qué le pasa a su perro que se queja tanto? Está enfermo? - No, para nada - le responde  -  Lo que pasa es que ahí donde se acuesta siempre, hay un clavo afilado que le molesta - Pero entonces por qué no se mueve de ahí?  -  preguntó el vecino  - No lo sé - responde el dueño:   Seguramente aún no le molesta lo suficiente…

¿Cuántas veces nos comportamos así?  Nos quejamos de algo constantemente, pero no hacemos nada para cambiarlo.  ¿Porqué?  Porque no nos molesta lo suficiente, o por miedo al cambio, miedo a que habrá más allá.

Tenemos un montón de creencias implantadas culturalmente que nos refuerzan los miedos y la inacción:  "Mas vale malo por conocido que bueno por conocer" -  "Mas vale pájaro en mano que ver un ciento volando", etc.  ¿Cuál otra recuerdas?

El Cabo de Finisterre en España, fue durante muchos siglos, lo que su nombre en latín significa:   el Fin de la Tierra.    Pero era solo el fin del territorio conocido para los europeos antes de cruzar el Atlántico y encontrar América.

Y  todos tenemos al menos un punto así.    Atreverse a traspasar el propio Finisterre es el acceder a muchísimas otras posibilidades

La zona de "confort" representa un estado donde a pesar de las incomodidades, los riesgos son mínimos y los desafíos escasos.   Dejémos de llamarla así.   No es cómoda y no es conveniente el reforzar esa idea.    Es solo la zona conocida, la zona de costumbre.

Esa aparente comodidad o seguridad que tenemos dentro de nuestras fronteras,  es muy  engañosa:

En el mejor de los casos,  la vida dentro de esta zona puede volverse monótona y predecible, lo que nos lleva a un estancamiento personal o profesional.

En otros casos,  la vida puede tomarnos por sorpresa y sacudirnos o dar un vuelco para el que no estaremos preparados y requerirá un gran esfuerzo y  resiliencia el estabilizarnos nuevamente.

Salir a explorar fuera de la zona ya conocida,  requiere curiosidad, valentía y determinación.    Cada paso fuera de ahí,  expandes tus límites, tu Finisterre se va recorriendo poco a poco descubriendo más intereses, nuevas pasiones,  nuevas fortalezas y encontramos la puerta de oportunidades que antes parecían inalcanzables.   

Las opciones se multiplican cuando te abres a buscarlas.

Es en el espacio de lo desconocido donde nos reencontrarnos con el asombro y el entusiasmo, y se enciende una chispa que potencia nuestra creatividad y nuestra energía vital.

Si el temor o la indecisión es mucha,  siempre se vale pedir apoyo para aclarar tus alternativas y trazar tu ruta a nuevos territorios.  

No todos los cambios tienen que ser radicales…  un plan con pasos definidos previamente que se sigue con disciplina y perseverancia es de hecho lo más recomendable.

Definitivamente será mucho más interesante correr algunos riesgos que quedarnos aullando lastimosamente en el rincón viendo pasar la vida de los demás.

¿Ya identificaste cuál es ese rincón en tu vida, del cual no te decides a moverte?   ¿Cuál podría ser tu primer paso? 

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