La infantilización de Internet: Ese pezón hiere mis sentimientos
Hace ya unos cuantos años hablé en profundidad de este tema, pero otra noticia de la semana pasada me hace volver a sacarlo.
El caso es que parece que vivimos una época de moderación del discurso. Algo que hasta cierto punto es positivo, ojo, pero que llevado al extremo se vuelve nocivo.
¿La razón? Muy sencilla. Hay un límite muy difuso entre lo no que digo/hago porque entiendo que ética o moralmente es inadecuado (lo cual en teoría genera una sociedad más ética y moral, o al menos una sociedad que parece que lo es), y entre lo que no digo/hago por miedo al qué dirán/pensarán de mi.
Y conforme más impacto tienen en nuestra vida las tecnologías de la información, más claro queda la utopía de esperar que estos sistemas basados en la economía colaborativa sean capaces de automoderarse es justo eso, una mera utopía.
- Así, empezamos a ver cómo las grandes compañías de Internet se levantan como los nuevos jueces y verdugos sobre lo que debemos o no decir/hacer, amparándose en que ellos son horizontales a cualquier sesgo político o ideológico, cuando en la práctica sabemos que esto es imposible de conseguir.
- La otra opción es delegar en los gobiernos de cada país, que en principio deberían ser los mejor preparados para ello… sino fuera porque de nuevo entran en juego intereses políticos e ideológicos difícilmente cubiertos en un ecosistema global como es el tecnológico.
No hay una solución sencilla, y eso hay que dejarlo claro. Entiendo que lo suyo será buscar una especie de acuerdo que englobe el mayor número posible de agentes, tanto público como privados. Pero poner en común a tan diversa “élite” se me antoja nuevamente utópico…
El caso es que de todos los frentes abiertos a día de hoy, hay uno que por su absurdez (al menos partiendo de la forma de pensar por aquí en Europa) es digno de mencionar: la cruzada que parecen tener todas estas grandes empresas por el desnudo.
Tecnico sistemas microinformaticos
6 añosÉtica y moral en Facebook tienen poca cuando venden los datos de los usuarios para proyectos como influir en las elecciones a base de saber su orientación política para motivar que voten o desanimarlos en función del interés de quien contrata a empresas de ese sector .... poca legitimidad moral tienen las tecnológicas para censurar nada