La innovación oculta en la industria de la construcción
Si buscáramos signos del desempeño insuficiente que con mucha frecuencia tiene el sector de la construcción, no tendríamos problema en encontrarlos ya que son los que suelen enfrentar las constructoras en su quehacer diario; mala calidad, falta de elementos de seguridad, concurso mercantil o quiebra, proyectos retrasados y que superan el presupuesto establecido inicialmente, así como procesos constructivos que a primera vista parecieran no haber cambiado a lo largo de los años a pesar de los problemas latentes de calidad y rendimiento que se generan.
A primera vista, la industria de la construcción parece atrasada en sus procesos frente al avance de otras industrias como la automotriz, la cual cuenta con complejos y avanzados sistemas de estandarización que permiten medir sus procesos y gestionarlos para reconocer su eficiencia o la industria de los sistemas computacionales, formada por una cadena de empresas hermanas muy especializadas que trabajan juntas en el desarrollo y comercialización de nuevos productos, por lo que es relativamente fácil encontrar la innovación que se da en estas industrias.
En contraposición, la innovación en la industria de la construcción no puede ser medida con los mismos parámetros que se utilizan para otras industrias debido a su naturaleza provisional, sin un lugar físico fijo para laborar y su rotación excesiva de personal. Sin embargo, debido a que depende casi en su totalidad del trabajo de los oficios que pueden ser considerados como activos intangibles, tiene incorporada una amplia gama de conocimientos de su capital humano que se pueden conceptualizar como "innovación oculta" ya que no tiene la circulación que tendría en otro tipo de industrias.
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La industria de la construcción transfiere el riesgo de tener mano de obra como su mayor activo a los subcontratistas que son parte de la cadena de oficiales necesaria para realizar las obras. Por ello y dada su naturaleza, esta industria no responde a los indicadores del modelo de innovación planteado por Schumpeter, ya que dicha innovación es invisible o se encuentra oculta para las métricas tradicionales, lo que hace que parezca que tiene un desempeño inferior. Este tipo de innovación "oculta" se da en las industrias que requieren de la creatividad ya que deben responder a problemas imprevisibles en entornos no controlados y en las que la innovación no puede ser estandárizada ya que siempre debe responder a requerimientos distintos.
Además, la innovación oculta se da de manera espontánea y a veces fortuita por la propia naturaleza del trabajo y no responde a incentivos o políticas gubernamentales, sino a necesidades específicas de los clientes. Otro punto importante a resaltar es que en la industria de la construcción prevalecen las pymes, aun las grandes constructoras contratan medianas y pequeñas para realizar los trabajos, por lo que los indicadores de Schumpeter no responden a este modelo de industria, pues requiere en ocasiones más de la supervivencia que del crecimiento y depende en mayor grado de los recursos humanos que de los materiales.
Esta necesidad de mano de obra tradicional en lugar de máquinas y sin una línea de producción clara hace parecer que es obsoleta por lo que cuando es medida con los indicadores tradicionales pareciera no ser innovadora, de ahí que los investigadores llamen "innovación oculta" al tipo que se realiza en esta industria. Sin embargo, este tipo de innovación aún no ha sido medida y es necesario encontrar los indicadores mediante los cuales podamos reconocerla.