La innovadora tecnología española que extrae agua del aire podría ser una solución potencial contra la sequía.
Una compañía de España ha desarrollado un dispositivo que recoge agua del viento y la niebla, con el potencial de ser una ayuda durante los períodos de sequía. El dispositivo se vende a un precio de 4.950 euros y no requiere mantenimiento.
La sequía se está convirtiendo en un problema frecuente en España y ya no se limita solo al verano. Algunas regiones experimentan temperaturas inusuales durante todo el año, lo que requiere un monitoreo constante de los niveles de agua subterránea. Esta situación tiene implicaciones económicas y medioambientales, por lo que algunas áreas están explorando nuevas formas de adquirir agua.
Canarias ha sufrido varias sequías prolongadas y ha desarrollado su propia tecnología para recolectar vapor de agua de la niebla y el viento. Esto se suma a otras medidas como la disminución del flujo de los ríos en Cataluña o las restricciones de consumo en Andalucía.
La compañía GESPLAN ha desarrollado un sistema de redes que puede recolectar agua de fuentes inusuales. Cada red tiene una serie de recolectores de vapor que imitan la forma de las hojas del pino canario. Esta tecnología inspirada en la naturaleza es innovadora en España, pero ya se utiliza en otras partes del mundo, como Chile.
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Los recolectores pueden acumular 500 litros por metro cuadrado en un período de diez meses. El proyecto desarrollado por esta empresa española muestra resultados prometedores, aunque no es una solución milagrosa. Los recolectores de agua de niebla no erradicarán la sequía por sí mismos. “Es un sistema de apoyo para recolectar agua de fuentes que antes no aprovechábamos”, ha declarado el investigador de GESPLAN, Gustavo Viera, a EFE. ¿Cómo se usarán los recolectores? La empresa española ha afirmado que el agua recolectada por los dispositivos puede ser utilizada para consumo, aunque lo ideal sería que se empleara en la agricultura o en la restauración de paisajes que han sufrido incendios.
La compañía ha sostenido que su sistema es más sostenible y económico que otros métodos de recolección de agua del aire y la niebla que se utilizan en otros países, pero no es tan simple como comprar un recolector y ponerlo en marcha. Los instaladores realizarán un análisis del área para asegurarse de que cumple con ciertos requisitos previos antes de instalar uno de estos dispositivos. Los lugares donde se instalen los recolectores deben tener niebla y viento constante, según informa Xataka. Los sistemas tampoco pueden interferir con el ecosistema del área.
El equipo de investigación ha hecho hincapié en este último punto. La empresa asegura que su sistema no extrae agua del suelo, sino que recoge las gotas suspendidas en el aire. Los recolectores tampoco dependen de la energía, no generan residuos y su mantenimiento es prácticamente inexistente.
El dispositivo se conoce oficialmente como Recogedor de Aguas Atmosféricas y cada recolector tiene un precio de 4.950 euros.