La inseguridad en la búsqueda de trabajo

Si alguna vez te pasó participar de un proceso de selección para el cual tenes todos los requisitos pedidos y mucha experiencia, y vas avanzando pero previo a cada entrevista o luego de ellas la primera emoción que te habita es la inseguridad. Te invito a leer este artículo. 

Aunque no lo creas varios, por no decir todos pasamos en algún momento por esta sensación, donde creemos fuertemente que no vamos a conseguirlo, que nos falta experiencia o bien que no gustamos. En la mayoría de los casos donde me toca acompañar personas en este momento y con este contexto emocional, estas creencias no son reales pero si nos conectan con una seguidilla de pensamientos vinculados a la inseguridad para reafirmar aquello que pensamos. Hablamos sobre nuestro diálogo interno hace unos meses.

Es importante entender que este tema nos pasa y se pasa, pero no tiene que ver con la experiencia que podemos tener, tiene que ver con nosotros mismos y en cómo valoramos aquellos que hicimos hasta nuestro hoy. 

Cuando hablamos de inteligencia emocional hablamos de dos grandes grupos de habilidades: las intrapersonales y las interpersonales. Dentro de las habilidades intrapersonales tenemos al autoconocimiento, como la llave para poder ser cada día emocionalmente más inteligentes, y con él viene el auto-reconocimiento. 

Nos enseñan de chicos que el reconocimiento viene de afuera, que si alguien no nos dice -¡que bueno eso que haces!- puede que no este bueno. Si bien está buenísimo que personas externas reconozcan nuestros logros, empiezan a tomar real sentido cuando nosotros mismos reconocemos eso bien que hicimos o eso que aprendimos. 

El auto-reconocimiento nos invita a observar aquello que hacemos, a valorar cada paso, a disfrutar el proceso, a comprender el esfuerzo que supimos poner en la tarea y sobre todo a capitalizar aquello que sabemos hacer muy bien. 

Poder reconocernos nos da la posibilidad de conocernos más y como consecuencia conocer más a fondo nuestros límites y trabajar en y con ellos. 

Somos la experiencia que transitamos, y valorarla nos empodera.