La mentira

Me maravillo de ver a políticos mintiendo en nuestra cara para que no veamos la realidad y separando a las personas para vivir de ese enfrentamiento. Espero que la gente, como dicen ellos despierte y vean, que somos las victimas y los pagadores.

Ahora y con unos años en la vida, hemos desarrollado la capacidad de conocer a las personas. Para ello y después de recibir algunos golpes hemos aprendido a observar.

(Lc. 6.43-44)

15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

Si quieres saber si la persona que tienes delante es buena, simplemente comprueba que dice la verdad y que no miente. Los mentirosos no tienen moral y les puede ir aparentemente bien, pero sentirán un vacío que no compensa el oro, las falsas alabanzas o el poder robado.

Mucho mejor que yo, lo explica un emperador que supo abrazar la filosofía de un esclavo para vivir lo básico e importante y que tanta gente pasará la vida sin entenderlo o invertir cinco minutos en pensarlo.

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Esta frase creo que es la que resume especialmente bien su pensamiento; “SI NO ES BUENO, NO LO HAGAS; SI NO ES VERDAD, NO LO DIGAS”

Busca en tu vida personas que digan verdad, que sean verdad como Jesús o Marco Aurelio que de mentirosos ya tenemos bastantes. Que pena que estas dos filosofías de bondad no se entendieren entre ellas ya que sinceramente creo que persiguen lo mismo.

La verdad os hará libres

31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. 37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. 38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

La buena noticia es que podemos elegir ser esclavos de la mentira o personas libres.