La motivación, palo y zanahoria?
En su revolucionario libro "Drive", Daniel Pink descubre la ciencia detrás de la motivación, y expone cómo las recompensas y los castigos tradicionales ya no son tan efectivos como antes.
Propone que la clave para lograr un alto rendimiento y satisfacción laboral radica en la motivación intrínseca, que es vital para cultivar la creatividad, la innovación y el compromiso a largo plazo, considerándola más poderosa y sostenible que la motivación extrínseca.
Tradicionalmente, las organizaciones se han basado en motivadores extrínsecos como 💲bonos, aumentos y promociones para impulsar el desempeño, pero la investigación de Pink sugiere que estos incentivos en realidad pueden tener un impacto negativo en la motivación y el desempeño en el largo plazo.
“Esto es así porque las personas impulsadas por motivadores extrínsecos se centran en satisfacer las expectativas externas en lugar de explorar nuevas soluciones o tomar riesgos creativos”. Daniel pink
El enfoque en el corto plazo por disparadores como las recompensas o las sanciones, representan una motivación temporal y no fomenta un compromiso a largo plazo con una tarea, misión o proyecto.
Esta perspectiva requiere que las organizaciones reconsideren sus enfoques de la motivación y se centren en crear entornos que fomenten la motivación intrínseca, la autonomía, el dominio y el propósito.
El primer aspecto disruptivo de esta perspectiva es el énfasis en la autonomía y la necesidad de que las organizaciones den a los colaboradores un mayor control sobre su trabajo.
Esto va en contra de los enfoques de gestión tradicionales o de empresas conservadoras, que a menudo enfatizan el control de arriba hacia abajo y la microgestión.
“El control lleva a la obediencia, la autonomía al compromiso”.
La idea de dar más autonomía a los colaboradores puede conducir a una mayor motivación y rendimiento, pero requiere que las organizaciones reconsideren sus enfoques de gestión y salgan del cortoplacismo. Y por supuesto, que cuyo líder tenga una mentalidad de crecimiento.
Para ello los colaboradores necesitan ser lo más autónomos posible sobre QUE, COMO, con QUIEN y CUANDO hacer su trabajo.
El segundo aspecto es la maestría, o el deseo de mejorar cada vez más en algo que importa, es un factor clave en la motivación y el compromiso de largo plazo.
El impulso por la maestría es una necesidad humana básica, y cuando a los colaboradores se les brinda la oportunidad de desarrollar sus habilidades y mejorar su desempeño, y sienten que están progresando y que su trabajo es desafiante y gratificante, es más probable que se sientan motivados y comprometidos disfrutando en su trabajo.
Pero también a menudo hay obstáculos para desarrollar la maestría en el lugar de trabajo, como la falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo, o la falta de feedback y reconocimiento.
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Y por último, tener un sentido de propósito, tanto a nivel personal como organizacional, es crucial para la motivación y el compromiso.
El propósito brinda a las personas un sentido de significado y dirección en la vida. Cuando los colaboradores sienten que su trabajo está alineado con sus valores y objetivos personales, viene el compromiso y la pasión, lo que conduce a un mayor nivel de productividad, creatividad e innovación.
A nivel organizacional, tener un propósito claro y convincente puede crear un sentido de pertenencia y misión compartida, fomentando la motivación entre los colaboradores, ya que cuando sienten que su trabajo está contribuyendo a algo más grande que ellos mismos, es más probable que den todo por la camiseta.
Al mismo tiempo también para que el propósito sea efectivo, debe ser genuino y auténtico, no solo un eslogan de marketing.
El propósito debe alinearse con los comportamientos, valores y objetivos de la organización, y debe reflejarse en la forma en que se opera en el día a día.
Cuando los colaboradores sienten que el propósito no es auténtico o que la organización no está a la altura de lo declarado, la motivación y el compromiso simplemente decaen.
Es clave que la autonomía, la maestría y el propósito sean parte del ADN cultural.
Las personas estamos diseñadas para asumir compromisos, y no solo simplemente ser obedientes.
Sabemos que las experiencias más enriquecedoras de la vida no ocurren cuando buscamos la aprobación de los demás, sino cuando escuchamos nuestra propia voz, hacemos algo que nos importa, lo hacemos bien y nos ponemos al servicio de una causa que va más allá de nosotros mismos.
Te hace sentido esto? Se aplica en tu organización?
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