La Nueva Normalidad No existe: Es la NUEVA REALIDAD la que debemos entender

Mucho se habla del concepto de “Nueva Normalidad” con el cual no podría estar más en desacuerdo. No es normal que tengamos que ir a todos lados con cubre bocas, o que tengamos que evitar el contacto físico con el distanciamiento social o mamparas de acrílico, que tengamos que desinfectar zapatos, lavar la ropa cada vez que salimos, lavarnos las manos 800 veces al día, etc. Esto es una “normalidad transitoria” la cual tendremos entre nosotros, principalmente hasta que se desarrolle una vacuna contra el Covid-19 o que se encuentre un tratamiento realmente efectivo contra el mismo.

Sin embargo, esta pandemia ha sido el catalizador que nos ha hecho abrir los ojos ante la NUEVA REALIDAD en la que estamos viviendo, en donde individuos y empresas se han dado cuenta de la importancia de los modelos de negocios de plataformas digitales, de la automatización de procesos dentro de ramas de negocios tradicionales o de simplemente, entender los nuevos patrones de compra y adquisición de productos y servicios que hacen que nuestra economía sea cada vez más digital. Nos hemos dado cuenta de que, si no pensamos en transformar nuestros modelos de negocio, simplemente quedaremos fuera de la competencia, obsoletos y olvidados.

Lejos de vivir un futuro donde nos veamos envueltos en una “burbuja antisocial”, creo que el mundo volverá a la normalidad en ese aspecto, pero muchas otras cosas, que nada tienen que ver con el distanciamiento social, sí habrán cambiado para siempre una vez termine la pandemia. ¿Por qué? Porque simplemente nos hemos dado cuenta de que son realidades. Por ejemplo, la experiencia del cliente a la hora de adquirir productos y servicios de todo tipo ha cambiado para siempre. Las empresas o emprendedores que mejor entiendan esto, serán los que tengan más probabilidades de tener un futuro próspero. Hagamos un ejercicio enumerando situaciones que seguramente muchos hemos vivido durante esta pandemia: ¿Pedir vegetales a la puerta de tu casa? ¿Educar a tus hijos por Zoom? ¿Comprar insumos médicos en línea? ¿Ofrecer tus servicios a través de webinars? ¿Hacer teletrabajo en una empresa “tradicional”? ¿Recibir un salario trabajando desde casa?

Son cosas que hace unos meses atrás, para la gran mayoría, podrían haber sido una utopía, pero que desde ya hace mucho tiempo en otras latitudes vienen siendo la NUEVA REALIDAD. Una realidad conectada, donde más allá de enfocarnos en los modelos tradicionales de trabajo, en donde evaluamos a los colaboradores por su cumplimiento con un horario, ahora lo hacemos por la calidad de su trabajo y sus habilidades, donde queda demostrado que la productividad se puede aumentar estando en otro ambiente fuera de la oficina y que esto es directamente proporcional con el estado de ánimo y comodidad del individuo.

La digitalización y las herramientas tecnológicas siempre se van a ir mejorando, tendremos todos los días alguna tecnología nueva, pero la tan hablada TRANSFORMACIÓN DIGITAL, poco tiene que ver con el aspecto tecnológico, y principalmente tiene que ver con el tener la MENTALIDAD adecuada, el estar dispuestos a aprender, desaprender y reaprender. Tal vez las cosas que hemos hecho de una manera durante los últimos 10 años, ahora tengamos que hacerlas de una manera totalmente diferente y nos toque desaprender y reaprender. Pongamos por ejemplo un restaurante tradicional, que normalmente solamente funcionaba con las personas que entraban al restaurante. Ahora, para poder sobrevivir, le ha tocado aprender a usar las redes sociales, a automatizar pedidos por Whatsapp, a habilitar pasarelas de pago digitales y a lidiar con plataformas digitales de mensajería. Y esto precisamente es la NUEVA REALIDAD: Entender que los modelos de negocio tradicionales necesitarán transformase para poder SOBREVIVIR. Ya no hablamos de ser rentables y valorizarnos, sino de comenzar al menos por SOBREVIVIR.

Ha sido muy interesante como se ha comportado el mercado en esta pandemia, sobre todo en el tema generacional. Esa brecha ideológica generacional que hay en la manera de ver la tecnología por cada una de ellas, se ha reducido muchísimo, y hasta nos han dado grandes sorpresas. “Boomers” y “GenX” perdiendo el miedo y volcándose de lleno al consumismo digital, “Millenials” volviéndose a las costumbres más tradicionales como cocinar su propio pan, cultivar sus propios alimentos, y “Generación Z” aprovechando el tiempo para fortalecer su formación y también para tener más alcance de transmisión de sus mensajes a una mayor audiencia a través de sus redes sociales.

Nos dimos cuenta de que, estando conectados a nuestro teléfono móvil en plena pandemia, pudimos estar en más contacto que nunca con nuestros seres queridos y amistades (infinitas reuniones en Zoom, videollamadas, envió de regalos, historias compartidas en Instagram, etc.), y que al no tener que perder horas en el transporte público o en el famoso tranque, pudimos dedicarle mucho más tiempo a impulsar nuestra creatividad y aumentar nuestra productividad.

Si hay algo que me queda claro es que la NUEVA NORMALIDAD NO EXISTE, lo que sí existirá es un antes y después de esta pandemia, en donde claramente habremos experimentado nuestra NUEVA REALIDAD, que ya nos venía dando señales, pero que no habíamos tenido el valor o la necesidad de realmente entender y afrontar.