La organización
El otro día me comentaba una conocida que se le pasaban los días volando, que no paraba, que tenía mucho trabajo..., tenía previstas cosas a hacer por las tardes, de diferentes aspectos, ejercicio físico, mental, visitar sitios, ver a amigos, etc..., no había manera porque según decía no se gestionaba bien el tiempo.
Hablando un poco más, resultó en que estaba haciendo horas de más en la oficina. Evidentemente, el día tiene 24 horas, para todo el mundo, así que estaba claro que algo de "gestión de horas" estaba fallando.
Le comenté mi visión de los diferentes tipos de tareas que podemos tener a lo largo del día..., y de una cosa muy importante, "saber decir que no".
Sacó papel y lápiz y comenzó a escribir, a tomarse nota..., le conté los tres tipos de tareas que debería considerar y que alguna de ellas, en función del tipo, debería de mover en caso de que le entrase a lo largo del día otra diferente.
Me preguntó que si es que había otro tipo de tarea, que porqué iba a mover las otras....y le conté que están también las "no-planificadas". Me miró y entonces puso cara de...
"Vaya, las que me entran 3-4 a diario y a todas digo que Sí."
No es una adaptación de la noche a la mañana ya que clasificarse el tipo de tareas a realizar es cuestión también del propio individuo y del entorno que tiene, donde en función de esta relación pueden variar.
Y tú, ¿te planificas el día? ¿o te he pillado tomándote el café enfrente del portátil para "aprovechar" la mañana?
Venga, va..., que es viernes...o eso es lo que dicen, como si no fuese también un día productivo. No nos despistemos.