La pandemia silenciosa

El suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte externa, es decir, muerte no natural en nuestro país. Los suicidios causan en España el doble de muertes que los accidentes de tráfico, es lo que los expertos llaman “una pandemia silenciosa”. Los datos son escalofriantes. En España cada día se quitan la vida 11 personas: una cada 2 horas y cuarto

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2020 se produjeron 3.941 suicidios, un 7,4% más que en 2019, de estos 2.930 fueron hombres y 1.011 mujeres.

La Unión Europea no ha sido ajena a esta preocupación y desde 2004 viene impulsando la ‘Alianza Europea contra la Depresión’ (EAAD por sus siglas en inglés), un proyecto financiado por la Comisión Europea que, implementa programas de intervención.

El suicidio es un problema complejo en el que intervienen todo tipo de factores: psicológicos, ambientales, sociales y biológicos. Por ello, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha la Línea 024 de atención a la conducta suicida. Se trata de “una línea telefónica de ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, y a sus familiares y allegados, básicamente a través de la contención emocional por medio de la escucha activa por los profesionales del 024, la recomendación de que contacten con los servicios sanitarios del SNS o la derivación al 112 en los casos en los que se aprecie una situación de emergencia. En caso de emergencia vital inminente puede llamar directamente al teléfono de emergencias 112”.

Este teléfono, el 024 es un servicio de alcance nacional (accesible desde todo el territorio nacional), gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.

Es necesario que toda la sociedad se conciencie y ayude a prevenir los suicidios de nuestro entorno, para ello además de políticas públicas todas y todos podemos poner nuestro granito de arena:

1.      Concienciándonos sobre el tema del suicidio y sensibilizando a otros.

2.      Conociendo las señales de alerta como:

·      Retraimiento extremo.

·      Cambios de humor.

·      Preocupación por la muerte.

·      Sentir impotencia y desesperanza ante una situación.

·      Abuso de alcohol y drogas, etc…

3.      Evitando el estigma asociado al suicidio y a los problemas de salud mental, compartiendo nuestras propias experiencias.

4.      Dando la voz de alarma cuando escuches frases como:

·      Cuando voy a dormir, sueño con no despertar jamás

·      Solo pienso en desaparecer

·      Soy un fraude para todo el mundo

·      Hay días en los que siento que ya no puedo más

·      Me he dado cuenta de que nada tiene sentido

·      No puedo parar de decepcionar a los que quiero

La Fundación Pedro Zerolo se suma un año más a la campaña por el Día Mundial para la prevención del Suicidio que la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio conmemora, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, cada 10 de septiembre, desde el 2003, con el objetivo de concienciar a nivel mundial que el suicidio puede prevenirse.