La Pendiente Resbaladiza de la Deshonestidad

La honestidad, según el diccionario de la Real Academia Española, aplica a aquella persona que es decente, decorosa, pudorosa, razonable, justa, honrada y recta.

Es un valor fundamental que ocupa un lugar de importancia destacado en la sociedad.

Sin embargo, el ser humano puede actuar deshonestamente en forma reiterada si esto le genera beneficios, tema muy estudiado en el campo de la economía y la psicología del comportamiento.

Por lo general, el nivel de deshonestidad que se observa es de sólo alrededor del 20% del nivel máximo de deshonestidad posible, incluso cuando hay pocas posibilidades de ser descubiertos.

Pero no siempre el nivel de deshonestidad es estable, últimamente se planteó una hipótesis que sugiere que los actos de deshonestidad comienzan con una transgresión inicialmente pequeña y fácilmente justificable que gradualmente se va intensificando hasta convertirse en transgresiones cada vez mayores.

¿Sabés como identificaron esta adaptación a la deshonestidad?

Mira el gráfico y vas a ver como organizaron el experimento.

Como era de esperar en las dos condiciones en las que la deshonestidad era egoísta, los autores observaron un aumento pequeño pero gradual de la deshonestidad, reflejado por magnitudes crecientes de la sobreestimación recomendada por el asesor.

Sin embargo, en la condición experimental 2 la escalada fue muy superior, es decir que cuando el beneficio de la deshonestidad era egoísta, el nivel de la misma fue incrementándose.

En ambos casos el asesor sobreestimaba porque cobraba extra por sobreestimar, pero en el segundo caso donde sólo ganaba él, su sobreestimación era mayor, para que el pago para él sea mayor.

Pero ¿se acuerdan que les dije que al mismo tiempo que los sujetos participaban del experimento se les hacía una resonancia magnética de cerebro?

Bueno, en la amígdala (zona del cerebro) se observó una actividad que fue adaptativa donde a medida que se mentía más, se activaba menos. Esto refleja la idea de que la repetición de actos deshonestos reduce su relevancia emocional y, por lo tanto, debería reducir gradualmente las respuestas neuronales a la deshonestidad en las áreas cerebrales relevantes. Los autores demuestran que la activación de la amígdala se adapta gradualmente a la deshonestidad con el tiempo.

Bibliografía:

The slippery slope of dishonesty, Jan B Engelmann & Ernst Fehr, nature neuroscience volume 19 | number 12 | December 2016.