La perspectiva
Conforme he ido madurando, cada vez se han hecho más evidentes las lagunas de conocimiento que la educación pública (y privada) que he recibido a lo largo de la vida nunca alcanzaron a cubrir. Descubrir e interpretar la realidad desde todos los ángulos posibles se ha convertido en algo imprescindible para tomar buenas decisiones en el mundo moderno. Internet, si se usa con criterio, es una herramienta poderosa para acceder a información tremendamente valiosa a través de podcasts, biografías, entrevistas…
En menor medida, la lectura también ha contribuido a la consecución de ese objetivo: Mantener una formación continua para estar a la altura de los desafíos a los que uno se enfrenta en su vida personal y profesional. Me gustaría compartir las lecciones que he aprendido de algunos de los libros a los que he podido dedicar atención últimamente:
Por qué fracasan los países: El concepto de “destrucción creativa” aparece a lo largo de toda la obra. Es perfectamente extrapolable al mundo laboral tan dinámico en el que nos encontramos para destacar la imperiosa necesidad de reinventarse, dejando atrás protocolos obsoletos y modelos improductivos para sustituirlos otras estrategias ágiles y orientadas a objetivos, aun con el esfuerzo que eso conlleva.
Outliers: El libro repasa el recorrido de algunas de las personas más exitosas del siglo XX y examina los orígenes de sus hazañas. Algunas cualidades personales son necesarias, pero por sí solas insuficientes, para alcanzar sus objetivos. Rodearse de un equipo en el que poder confiar y con el que compartir proyectos es la clave y motivo de sus éxitos.
12 reglas para vivir: Su autor, Jordan Peterson, es probablemente una de las personas de las que más he podido aprender. A lo largo de la obra se hace patente su incesante búsqueda de la verdad de las cosas, identificando la raíz del caos en nuestras vidas y las diversas maneras en las que manifiesta.
Identity: Aborda un tema muy de moda en la actualidad. Un recordatorio de lo peligroso y tentador que puede ser renunciar al sentido crítico individual para dejarse cautivar por los eslóganes y dogmas de movimientos colectivistas que apelan a la identidad de grupo.
Padre rico padre pobre: Si pudiera describir el libro con una palabra, esta sería “liberador”. Desconcertante en un primer momento, cuando te hace darte cuenta de que las verdades que dabas por sentado no eran ciertas. Te permite descubrir el verdadero significado de la palabra “valor” y te muestra el camino para poder escapar de la “carrera de la rata”.
El hombre en busca del sentido: El testimonio en primera persona de cómo actúa un ser humano cuando le hacen llegar a su límite aporta una dosis desmesurada de perspectiva. Te permite relativizar los problemas del día a día y abstraerte para poder observar el mundo desde un punto de vista más alejado.
Los enemigos del comercio: La cantidad de referencias y la objetividad con la que está escrito deja en evidencia la desnudez intelectual de cualquiera en relación con la envergadura de los conocimientos de su autor.
The power of habit: Te otorga la capacidad de entrenar tu disciplina al aprender a identificar las señales que dan lugar a los hábitos. Es estremecedor comprobar como la mayoría de decisiones tomadas a lo largo del día se realizan de manera inconsciente, y en qué medida estamos influenciados por el ambiente del que nos rodeamos.
Con que una sola persona se haya molestado en leer esta publicación y haya aprendido algo de utilidad, me doy por satisfecho. Marcarse objetivos a largo plazo, contar la perspectiva adecuada de la situación y perseguirlos como el aire en tus pulmones siempre dará como resultado la enriquecedora sensación de estar dando lo mejor de ti.