La R que más cuesta asumir
De todas las R de la Economía Circular hay una que está costando más integrar para alcanzar un desarrollo sostenible. ¿Adivinas cuál es?
Recuperar, repensar, rediseñar, redistribuir, reciclar, reducir, reutilizar, remanufacturar y restaurar.
En la actual sociedad hiperconsumista en la que vivimos, REDUCIR lo que consumimos, lo que producimos y lo que gastamos es una tarea titánica.
‘Apretarse el cinturón’ es una expresión con connotaciones negativas que disgusta a casi todo el mundo. Sin embargo, tenemos otras expresiones más positivas y actuales como ‘menos es más’, minimalismo, simplicidad voluntaria o austeridad para inspirarnos.
Tal y como lo veo, por mucho que se recicle, se reutilice o se restaure, si no reducimos el ritmo compulsivo con el que se fabrica o se consume difícil veo alcanzar los ODS, la Agenda 2030 o la descarbonización del planeta.
La población mundial crece a pasos agigantados y los recursos de este planeta son los que son. Hay que darles tiempo a regenerarse y hay que gestionarlos de forma responsable y sostenible. Todos hemos de contribuir y aportar nuestro granito de arena.
Si todos y cada uno de nosotros consumimos de forma más sostenible (gastamos menos energía eléctrica, utilizamos transporte público o eléctrico, comemos menos carne, nos alimentamos con productos ecológicos, tenemos un armario sostenible, etc.) liberamos al planeta de la presión actual y facilitamos la transición hacia un desarrollo sostenible.
En el museo de Ghandi, en la India, hay un letrero a la entrada que reza:
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''Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir''
Suelo visitar esta página de vez en cuando sólo para recordar y confirmar lo que le cuesta al planeta lo que consumimos todos los que lo habitamos. No importa si las cifras son más o menos exactas: sólo hay que fijarse en la rápida progresión.
‘’Reducir significa hacer un menor uso de recursos en general, e implica adquirir menos productos y, en consecuencia, desperdiciar menos; llevar menos peso y procurar hacer menos recorrido al transportarlos para ahorrar combustibles y reducir emisiones de carbono; requiere menos energía para la fabricación y almacenaje, así como usar menos productos no degradables.’’
Comparto una entrada que hace no mucho que escribí para compartir por qué pienso que la simplicidad voluntaria es buena para ti, para mí y para el planeta. Te invito a leerla y comentar.
Como broche final, comparto este interesante reportaje sobre crecimiento económico que invita a la reflexión sobre la conveniencia de ralentizar el crecimiento económico y el consumo excesivo.
Comunicación I Relaciones Públicas
1 añohttps://bit.ly/42sYACA Claves de una transición energética sostenible según Antonio Turiel, investigador del CSIC. Una visión positiva y esperanzadora donde el consumidor tiene mucho que aportar.