La realidad de las reposiciones. ¿Qué reposiciones?
¿Quién mejor que nosotros mismos para saber lo que gastamos en iluminarias, que lo hacemos cuando se agotan, se funden, verdad!!? Si es así, no nos preocupa la intensidad de luz que recibimos si vemos que emiten luz al encenderlas. ¿Quizás las cambiamos cuando casi estamos a ciegas, y nos duele porque todavía no se han fundido, verdad!!?
A nivel industrial donde estamos la tercera parte del día y tenemos que rendir cada hora, la intensidad de luz constante y particularizada para cada tarea en la zona de trabajo es fundamental. Necesitamos el confort, la tranquilidad que aporta (entre otras prestaciones) a todas horas y todos los días. Cuando la intensidad empieza a decaer, inconscientemente los ojos se esfuerzan más, nos cansamos más, somos más irascibles y rendimos menos. (ver artículo).
Si queremos mantener constante la intensidad de luz, debemos realizar las reposiciones cuando detectemos que empieza a no cumplirla. ¡Naturalmente no es cuando se funden las iluminarias!
En resumen: los cálculos en reposiciones no se pueden comparar si las intensidades de luz en la zona de trabajo son diferentes, son distintas.
Como este artículo puede ser muy largo, describiendo cómo se llega a esta conclusión y cuales son los cálculos en reposiciones, os invito bien a leerlo en Wordpress o bien visualizarlo. Para cualquier sugerencia, estoy a vuestra disposición.