La Reconquista del Mercado Iberoamericano (Esp/Port)

La Reconquista del Mercado Iberoamericano (Esp/Port)

Durante las dos primeras décadas del siglo XXI, España se consolidó como el principal inversor extranjero en América Latina, superando incluso a los Estados Unidos. Empresas como Telefónica, Santander, BBVA, Repsol e Iberdrola lideraron una ofensiva económica que transformó sectores clave como las telecomunicaciones, la banca, la energía y los hidrocarburos en la región. Portugal también contribuyó con dinamismo inversor, especialmente en proyectos de infraestructura y comercio, destacando su relación histórica y lingüística con Brasil. Un ejemplo emblemático es la actuación de EDP (Energías de Portugal).

Sin embargo, esta posición privilegiada comenzó a debilitarse con el paso de los años. La crisis financiera de 2008 y la posterior recesión en Europa no solo desaceleraron las economías de España y Portugal, sino que también limitaron su capacidad de expandir inversiones en América Latina. Al mismo tiempo, nuevas potencias económicas, como China, comenzaron a ganar espacio, realizando inversiones masivas en infraestructura, energía y recursos naturales, desplazando a los actores tradicionales.


El retroceso de la influencia española y portuguesa

El retroceso español en el mercado iberoamericano también está relacionado con cambios en la dinámica política y económica de América Latina. En los últimos años, muchos países de la región han fortalecido sus economías locales, diversificando sus fuentes de inversión y buscando socios fuera de los límites tradicionales. Por ejemplo, Brasil ha emergido como un gigante regional que atrae inversiones de mercados asiáticos, mientras que países como México y Chile han intensificado sus relaciones comerciales con Estados Unidos y Asia.

Portugal, aunque menos destacado en términos de inversión global, también sufrió por la falta de estrategias a largo plazo que consolidaran su presencia en América Latina. Sectores tradicionales como el del vino, el aceite de oliva o las conservas, históricamente dominados por los portugueses en Brasil, también perdieron espacio.


Un mercado con potencial ilimitado

América Latina sigue siendo una región de gran potencial. Con más de 650 millones de habitantes, abundantes recursos naturales y un creciente mercado de consumo, la región ofrece innumerables oportunidades en sectores como la tecnología, las energías renovables, la agricultura sostenible y la digitalización de servicios. Además, las profundas conexiones culturales, lingüísticas e históricas entre España, Portugal y los países latinoamericanos proporcionan una ventaja única para reposicionar su presencia económica, destacando también un historial de migración compartido en ambos sentidos.

Sin embargo, este potencial solo puede ser aprovechado mediante un enfoque renovado y estratégico que combine inversión, innovación y diplomacia económica. Es crucial que las empresas españolas y portuguesas se adapten a las nuevas tendencias del mercado global, incorporando tecnologías disruptivas y promoviendo alianzas público-privadas para fomentar el desarrollo sostenible en la región. No tiene sentido que el mercado latinoamericano sea descuidado en favor de Asia, cuando los productos ibéricos (tanto españoles como portugueses) poseen un diferencial único (son europeos) en estos países, además de contar con mayor penetración de mercado debido a los lazos culturales y acuerdos bilaterales con prácticamente todos los países de la región.

El problema radica en convertir los negocios en un reflejo de la política, algo que los chinos evitan al negociar.


Estrategias para la reconquista

Para recuperar el terreno perdido, España y Portugal deben adoptar un enfoque más audaz y coordinado:

  1. Refuerzo de la diplomacia económica: Los gobiernos ibéricos deben priorizar acuerdos bilaterales y multilaterales que faciliten la inversión y el comercio en América Latina. Las cumbres entre la Unión Europea y América Latina pueden ser plataformas clave para estrechar lazos, además de la Cumbre Iberoamericana organizada por la Secretaría General Iberoamericana.
  2. Inversión en sectores emergentes: Las empresas deben explorar áreas como la economía digital, las energías limpias y la infraestructura sostenible. Estos sectores representan el futuro del desarrollo económico en la región. También es necesario dar mayor visibilidad al IBEX 35 y fomentar las acciones mutuas entre ambos lados del Atlántico.
  3. Fomento de la innovación y el talento local: En lugar de limitarse a exportar modelos de negocio europeos, es vital colaborar con emprendedores locales y fortalecer el capital humano en los países latinoamericanos. La transferencia de profesionales no debe limitarse a mano de obra barata. Además, ha llegado el momento de implementar un sistema de convalidación académica para todos los países iberoamericanos que estimule el intercambio de proyectos, alumnos y experiencias, en lugar de actuar como barrera. “Todo alumno es un prescriptor” y, si tiene acceso a una academia iberoamericana presente tanto en el continente europeo como en el americano, quizás con el tiempo deje de emular únicamente a las academias estadounidense, británica o francesa.
  4. Diversificación de la inversión: Concentrarse exclusivamente en grandes economías como Brasil, Argentina y México puede ser una estrategia limitada, así como enfocarse solo en las grandes ciudades (São Paulo, Río de Janeiro, Ciudad de México, Buenos Aires). Estas ciudades suelen tener buena infraestructura y acceso a los mercados internacionales, pero el verdadero El Dorado muchas veces se encuentra en el interior de estos países, que tienen una gran demanda pero poca competitividad internacional. Países más pequeños como Uruguay, Costa Rica y Paraguay también ofrecen oportunidades atractivas. Sectores como el turismo en Brasil, aunque parece saturado, tienen un enorme potencial sin explotar, ya que el país, con su marca reconocida, recibe apenas 6 millones de turistas al año.
  5. Contratación de personal cualificado en las centrales europeas: La comunidad latinoamericana está fuertemente presente en Portugal y España, en algunos casos ya alcanzando la segunda generación, con acceso a la formación europea y una profunda conexión con sus raíces latinas. Este grupo puede ser el puente perfecto, pero la presencia de latinoamericanos en puestos estratégicos o de confianza en Europa es rara. Es necesario integrar a los migrantes cualificados en los procesos de toma de decisiones.


La reconquista del mercado iberoamericano no es una tarea sencilla, pero es posible. Requiere un compromiso firme tanto de los gobiernos como del sector privado para superar los desafíos actuales y capitalizar las oportunidades que ofrece la región. En última instancia, España y Portugal tienen no solo el “derecho histórico”, sino también el deber estratégico de recuperar su protagonismo en América Latina, contribuyendo al desarrollo mutuo y reforzando los lazos que han unido a estas regiones durante siglos.



--- Versão Português

Durante as duas primeiras décadas do século XXI, a Espanha consolidou-se como o principal investidor estrangeiro na América Latina, superando inclusive os Estados Unidos. Empresas como Telefónica, Santander, BBVA, Repsol e Iberdrola lideraram uma ofensiva econômica que transformou setores-chave como telecomunicações, bancos, energia e hidrocarbonetos na região. Portugal também se juntou ao dinamismo de investimentos por meio de sua integração em projetos de infraestrutura e comércio, especialmente em países como o Brasil, devido a razões históricas e linguísticas. A EDP (Energias de Portugal) é um dos muitos exemplos.

Contudo, essa posição privilegiada começou a se deteriorar ao longo dos anos. A crise financeira de 2008 e a subsequente recessão na Europa não apenas desaceleraram as economias de Espanha e Portugal, mas também limitaram sua capacidade de continuar expandindo investimentos na América Latina. Simultaneamente, novas potências econômicas, como a China, começaram a ganhar espaço, com investimentos massivos em infraestrutura, energia e recursos naturais, deslocando os atores tradicionais.

O Retrocesso da Influência Espanhola e Portuguesa

O declínio espanhol no mercado ibero-americano também se deve a uma mudança na dinâmica política e econômica da América Latina. Nos últimos anos, muitos países da região fortaleceram suas economias locais, diversificando suas fontes de investimento e buscando parceiros além dos limites tradicionais. O Brasil, por exemplo, emergiu como um gigante regional, atraindo investimentos de mercados asiáticos, enquanto países como México e Chile intensificaram seus laços comerciais com os Estados Unidos e a Ásia.

Portugal, embora menos destacado em termos de investimento global, também foi impactado pela falta de estratégias de longo prazo para consolidar sua presença na América Latina, deixando grande parte desse mercado nas mãos de grandes corporações multinacionais. Setores tradicionais, como o mercado de vinhos, azeites e conservas, historicamente dominados pelos portugueses no Brasil, também perderam espaço.

Um Mercado com Potencial Sem Limites

A América Latina continua sendo uma região de grande potencial. Com mais de 650 milhões de habitantes, abundantes recursos naturais e um mercado de consumo em crescimento, a região oferece inúmeras oportunidades em setores como tecnologia, energias renováveis, agricultura sustentável e digitalização de serviços. Além disso, as conexões culturais, linguísticas e históricas profundas entre Espanha, Portugal e os países latino-americanos proporcionam uma vantagem única para reposicionar sua presença econômica. A longa história de migração compartilhada também reforça essa relação especial.

Entretanto, esse potencial só pode ser plenamente explorado por meio de uma abordagem renovada e estratégica que combine investimento, inovação e diplomacia econômica. É crucial que as empresas espanholas e portuguesas se adaptem às novas tendências do mercado global, incorporando tecnologias disruptivas e promovendo alianças público-privadas que facilitem o desenvolvimento sustentável da região. É um erro negligenciar o mercado latino-americano em favor do asiático, considerando que os produtos ibéricos (tanto espanhóis quanto portugueses) possuem um diferencial competitivo – são europeus – além de uma penetração maior devido aos laços culturais e acordos bilaterais com praticamente todos os países da região.

O problema reside em transformar os negócios em reflexo da política, algo que os chineses evitam ao negociar.

Estratégias para a Reconquista

Para recuperar o espaço perdido, Espanha e Portugal devem adotar uma abordagem mais audaciosa e coordenada:

  • Reforçar a diplomacia econômica: Os governos ibéricos devem priorizar acordos bilaterais e multilaterais que facilitem o investimento e o comércio na América Latina. Cúpulas entre a União Europeia e América Latina podem ser plataformas-chave para estreitar laços, além da Cúpula Ibero-Americana organizada pela Secretaria Geral Ibero-Americana.
  • Investir em setores emergentes: Empresas devem explorar áreas como economia digital, energias limpas e infraestrutura sustentável. Esses setores representam o futuro do desenvolvimento econômico na região. Também é necessário dar maior visibilidade ao IBEX35 e promover ações mútuas entre os dois lados do Atlântico.
  • Fomentar inovação e talento local: Em vez de apenas exportar modelos de negócios europeus, é vital colaborar com empreendedores locais e fortalecer o capital humano nos países latino-americanos. A transferência de profissionais não deve se limitar à mão de obra barata. Além disso, já passou da hora de criar um sistema de validação acadêmica para todos os países ibero-americanos, capaz de estimular o intercâmbio de projetos, alunos e experiências. “Todo aluno é um prescritor” e, com acesso a uma academia ibero-americana presente tanto na Europa quanto nas Américas, talvez com o tempo deixemos de imitar exclusivamente as academias americanas, britânicas e francesas.
  • Diversificar os investimentos: Focar exclusivamente em grandes economias como Brasil, Argentina e México ou em grandes cidades como São Paulo, Rio de Janeiro, Cidade do México e Buenos Aires pode ser uma estratégia limitada. Muitas vezes, o verdadeiro El Dorado está no interior desses países, que possuem alta demanda, mas baixa competitividade internacional. Países menores, como Uruguai, Costa Rica e Paraguai, também oferecem oportunidades atraentes, assim como setores subestimados, como o turismo no Brasil, que, apesar de sua marca reconhecida, recebe apenas 6 milhões de turistas por ano.
  • Contratar pessoal qualificado em suas sedes europeias: A comunidade latino-americana está fortemente presente em Portugal e Espanha, com algumas famílias já na segunda geração. Essas pessoas têm acesso à formação e costumes europeus, mas com influência de suas origens latinas, podendo atuar como pontes perfeitas. Entretanto, a presença de latino-americanos em cargos estratégicos na Europa ainda é rara, sendo necessário aumentar a integração de migrantes qualificados nas tomadas de decisão.

A reconquista do mercado ibero-americano não é uma tarefa fácil, mas é possível. Exige um compromisso firme dos governos e do setor privado para superar os desafios atuais e capitalizar as oportunidades que a região oferece. Em última análise, Espanha e Portugal têm não apenas o “direito histórico”, mas também o dever estratégico de recuperar seu protagonismo na América Latina, contribuindo para o desenvolvimento mútuo e reforçando os laços que têm unido essas regiões por séculos.


Wesley Sá Teles Guerra, políglota e hispano-brasileño, escritor, profesor e internacionalista. Gestor del Fondo de Triangulación y Cooperación Internacional entre Portugal, América Latina y Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa en la Secretaría General Iberoamericana. Autor de los libros "Cuadernos de Paradiplomacia", "Paradiplomacy Reviews the Rise of the Subnations, Cities and Smartcities" y "Manual de Supervivencia de las Relaciones Internacionales". Fundador del CERES - Centro de Estudios de las Relaciones Internacionales y miembro de diversas instituciones internacionales como REPIT, IAPSS y el European Consortium for Political Research (ECPR). Especialista en Relaciones Internacionales, Paradiplomacia, Cooperación Internacional, Gestión de Proyectos Europeos y Gestión de Smartcities. Máster en Políticas Sociales con Especialización en Migraciones por la Universidad de La Coruña, Máster en Gestión de Smartcities y Doctorando en Sociología y Transformaciones de la Sociedad Contemporánea.

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