LA REVOLUCIÓN DE LOS ROBOTAXIS
Robotaxi Tesla

LA REVOLUCIÓN DE LOS ROBOTAXIS


El declive de los vehículos convencionales


El sueño de Elon Musk siempre ha sido ofrecer la verdadera conducción autónoma. El Tesla Robotaxi está llamado a ser la gran revelación del año. La empresa presentará el 10 de octubre un robotaxi: Vehículo autónomo sin conductor.

La llegada de los vehículos autónomos es uno de los desarrollos tecnológicos más esperados de las últimas décadas. Entre todas las aplicaciones potenciales, los robotaxis (vehículos sin conductor diseñados para el transporte de personas) podrían ser los más disruptivos. No solo amenazan con transformar la industria del taxi, sino que también podrían tener un impacto devastador en la propiedad de vehículos privados y en la fabricación global. En este artículo, exploraremos cómo los robotaxis, liderados inicialmente por empresas como Tesla, cambiarán radicalmente el transporte tal como lo conocemos. El análisis se basa en proyecciones que combinan datos recientes de la industria con suposiciones sobre los avances en tecnología de vehículos autónomos y la regulación que permitiría su despliegue masivo. La idea del robotaxi no es nueva, pero su implementación ha sido mucho más complicada de lo que se pensaba inicialmente. Varias empresas, entre ellas Tesla, Waymo y Baidu, han estado desarrollando sistemas de conducción autónoma durante años. Sin embargo, Tesla es la única compañía que está diseñando específicamente un taxi autónomo desde cero.

Los taxis tradicionales suelen durar alrededor de 300.000 Km antes de necesitar ser reemplazados, y se estima que un taxi recorre unas 70.000 Km al año. Si los robotaxis, como los que planea Tesla, pueden durar cinco veces más, el impacto en la industria será significativo: se necesitarán menos vehículos para cubrir la demanda actual, y la producción de taxis podría reducirse en un 75%. Actualmente, hay alrededor de 18 millones de taxis en el mundo, y su producción anual ronda los 4 millones de vehículos. Si los robotaxis logran una mayor durabilidad y eficiencia, la producción podría caer a solo 810.000 vehículos al año, lo que representa una disminución de 3 millones de vehículos anuales.

El acrónimo TAAS (Transporte como Servicio, por sus siglas en inglés) representa un modelo en el que los vehículos autónomos se ofrecen como un servicio de transporte bajo demanda, similar a Uber o Lyft, pero sin conductores humanos. Tesla se encuentra en una posición única para dominar este mercado, al menos en el corto plazo, gracias a su experiencia en la fabricación de vehículos eléctricos y su avanzado sistema de conducción autónoma, conocido como Full Self-Driving (FSD). Tesla planea fabricar robotaxis en volúmenes masivos, utilizando métodos innovadores como grandes piezas de fundición, sistemas de dirección por cable, y su sistema de bajo consumo basado en visión para el FSD. Se estima que el coste de cada robotaxi de Tesla será de unos 35.000 dólares, incluidos el vehículo y el sistema de conducción autónoma. Por otro lado, los competidores de Tesla, como Waymo, dependen de vehículos existentes y de sistemas de conducción autónoma basados en lidar, una tecnología que utiliza láseres para mapear el entorno del vehículo. Estos sistemas tienen un costo mucho mayor, que oscila entre 100.000 y 150.000 euros. Sin embargo, es probable que, a largo plazo, otras compañías desarrollen sus propios vehículos autónomos más económicos y con ciclos de vida extendidos, lo que les permitiría competir en igualdad de condiciones con Tesla. Una de las diferencias clave entre Tesla y sus competidores es el enfoque tecnológico. Mientras que Tesla ha optado por un sistema basado en cámaras y visión, sus rivales utilizan sistemas de conducción autónoma que dependen de mapas detallados y georeferenciados. Esto significa que los robotaxis de empresas como Waymo solo pueden operar en áreas previamente mapeadas, lo que limita su alcance geográfico. En comparación, los robotaxis de Tesla no están limitados por mapas y pueden operar en cualquier lugar, lo que les da una ventaja significativa en términos de flexibilidad y expansión. Se estima que el costo operativo de un robotaxi Tesla será de solo 2,2 céntimos por kilómetro, en comparación con los 22 céntimos por km de sus competidores.

A largo plazo, la verdadera disrupción de los robotaxis no vendrá solo por reemplazar a los taxis tradicionales. Empresas como RethinkX y Tesla predicen que los robotaxis también competirán directamente con la propiedad de vehículos privados. Si un robotaxi puede ofrecer viajes más baratos y convenientes que poseer un coche, muchos consumidores podrían optar por no tener un vehículo propio. Esta transición podría tener un impacto masivo en la industria automotriz global. Actualmente, el mundo produce alrededor de 90 millones de vehículos al año. Si la demanda de automóviles cae masivamente debido al aumento de los robotaxis, la producción podría reducirse en más de un 70%, a solo 27,3 millones de vehículos anuales. Este descenso sería devastador para muchos fabricantes de automóviles, que simplemente no podrían sobrevivir en un mercado tan reducido.


¿CUANDO TENDREMOS ROBOTAXIS?

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