La revolución de la quietud
Ruido, luces, rapidez. Ruido, luces, rapidez.
Anestesiados por el ruido constante, las luces que brillan aquí y allá, por la rapidez a la que se suceden las cosas o, mejor dicho, a la que nos acostumbran a consumirlas.
La fugacidad impera en un tiempo en el que los estímulos constantes no permiten la concentración en nada que supere un tiempo ridículamente mínimo. Las ansias de no querer perdernos detalle hacen que realmente nos lo perdamos todo. No hay momento para la calma. No hay espacio para estirar los músculos como se despereza un gato. Somos hormigas que creen seguir su propia línea cuando en realidad vamos todas y todos en la misma hilera histérica del ruido, de las luces, de la rapidez.
¿No es quizás el silencio la auténtica revolución ahora? Atrévase a no opinar de todo. Láncese a caminar por la calle fijando la mirada en lo que ocurre a su alrededor y no en una pantalla. Levante la cabeza. No tenga miedo a que la distracción durante el trayecto del autobús sea la que le ofrezca la ventana.
Desate su potencial para aburrirse, para concentrarse en la nada. Ármese de valor y experimente respirar hondo y permítase dejar que el aire salga por su boca de una manera pausada, reposada, lenta. Sea consciente del recorrido. Está altamente capacitado para hacerlo, lo que pasa es que o no lo sabe o no lo recuerda porque hace demasiado tiempo que usted no para. Y, lo más difícil: no se sienta culpable por ello. Quítese piedras de esa mochila llena de culpa que pesa como el plomo. Verá que caminará con más ligereza. No es vaguería. Es supervivencia.
Journalist & Digital Marketing Specialist
8 mesesQué gran verdad y qué necesario pararse, simplemente, a observar. Qué triste tener que pensar en hacerlo... Cuánto de bueno nos perdemos. Gracias por el artículo. Eres grande, amiga. <3
PERIODISTA experta en moda & lujo. Presentadora y Directora en "La Ventana de la moda" en 999 Valencia Radio. Docente en Comunicación& MKT Digital en másteres de MODA. Mentora & Asesora de Imagen Personal.
8 mesesEnhorabuena Lorena por este artículo. Con sinceridad en qué momento decidimos bajarnos de la vida y apagar la luz? No lo sé, pero esta vorágine se llama deshumanización y como un grito en la oscuridad me ha resultado tu genial artículo. Gracias por este texto lleno de fuerza, una oda a la auténtica vida y lo muchísimo que debemos valórala 💡
CEO en Oh Mama - Matrona
8 meses👏🏼👏🏼
Empleado en Universitat Jaume I de Castellón
8 mesesLorena escribes increíble.