“La Sociedad de la Nieve”: una película y una historia que nos interpela a los comunicadores

La Tragedia de Los Andes es una historia que me toca profundamente desde mi adolescencia, cuando vi por primera vez la película "Viven". Desde mi punto de vista, se trata de uno de los hechos de supervivencia más épicos que hayan existido y su mayor valor se refleja en cómo se manifiestan los valores humanos esenciales en una situación tan única y distinta a la cotidianeidad. 

A la vez, pienso en lo afortunada que fui hace pocos días por haber tenido el placer de entrevistar a Pablo Vierci , el autor del libro La Sociedad de la Nieve y productor asociado de la galardonada película. La charla se dio en el evento anual para líderes de Latinoamérica que hicimos en @Kimberly-Clark en San José, Costa Rica.

Sin dudas, es una gran persona, con mucha sensibilidad. Nos ayudó a conocer los secretos del éxito de esta mega producción basada en su obra y más detalles de esta historia increíble de los Andes que deja un legado para la sociedad, los negocios y es un homenaje a la vida y a la amistad.

Pablo dejó sonando tres frases en mi cabeza:

“En las situaciones más difíciles, tenemos que ser la hipérbole de nosotros mismos”

“Hay que retarse a romper el umbral”

“Trabajando en equipo, paso a paso, teniendo un plan para ejecutar aunque nos equivoquemos y aprendamos del error, se llega del otro lado de la montaña”

Además, haber tenido la posibilidad de dialogar con él me hizo reflexionar como comunicadora acerca de las enseñanzas que nos deja un hecho sucedido ya hace más de 50 años. Me pregunté ¿por qué una historia que tiene más de 50 años, que ya fue contada de diversas maneras se está transformado en un legado para las nuevas generaciones y es hoy es el tema del que todo el mundo habla? Y más que merecido lo tienen los héroes de esta fascinante historia.

Algunos elementos que considero vitales en este libro y de esta película tienen que ver con que esta historia real es un ejemplo de trabajo en equipo, de liderazgos colectivos y de hazañas increíbles. Pero, además, posee algunos aspectos relevantes desde la comunicación que la transformaron en este fenómeno que vemos actualmente:

Es una historia real: las audiencias sienten mucha más identificación porque los protagonistas pudieron haber sido ellos mismos o alguien cercano. A la vez, tiene los condimentos de un storytelling perfecto: algo inesperado sucede, cómo se sobrelleva y una epopeya final única para vencer lo imposible. La realidad es un condimento clave para un hecho comunicacional.

El ángulo diferente que la vuelve especial: la película trae una visión muy profunda y emotiva que apela a la sensibilidad de las audiencias. Es relatada y protagonizada por quienes nunca habían sido vistos como héroes en esta historia, que son quienes no volvieron de la montaña. La hazaña es de todos, no sólo de los que sobrevivieron y se logra captar una perspectiva distinta y atrapante para la audiencia.

 Una sociedad de la nieve dentro de la película: el casting, la producción y la dirección formaron una sociedad en sí misma porque atravesaron momentos críticos (en paralelismo a la verdadera historia) durante el rodaje: se sometieron a situaciones difíciles como filmar en la adversidad del clima de montaña, el frío o tener que bajar de peso, entre otras cosas. Ese sacrificio se percibe y se siente en el grupo y aporta un condimento especial a la manera de narrar esta historia.

Un canal que llega a todas las audiencias: las nuevas generaciones ven contenidos on demand y plataformas como Netflix. Si bien ya pasó medio siglo, la experiencia que vivieron estos chicos en la montaña puede atrapar a cualquier segmento de la población. Así como yo la conocí en mi adolescencia y me cautivó profundamente, este film logró que millennials y centennials la descubran y se emocionen con ella también.

El nuevo fandom: en línea con el punto anterior, hoy en la era digital, existe la posibilidad de compartir contenido sobre la película o ver los perfiles de los sobrevivientes y de los actores activos. Esto genera una conexión mayor entre la audiencia y la historia, que antes no existía. Esto ha hecho que la historia sea vista y amplificada por una nueva audiencia que la volvió viral y consiguió un enorme alcance.

Un aprendizaje para nosotros, los comunicadores

Creo que La Sociedad de la Nieve nos toca una fibra íntima a quienes también nos dedicamos a contar historias, pero desde otro ámbito. Ante tanto avance tecnológico, nos hace reflexionar acerca de lo humano y la empatía para llegar al público.

Incluso, para quienes estamos en un rol de dirección, la película nos demuestra la importancia del trabajo en equipo y de los distintos tipos de liderazgo colectivo que pueden generarse a partir de una situación límite y difícil.

Particularmente, me encantó reencontrarme nuevamente con esta historia y analizarla desde lo comunicacional. Me certifica que soñar con hacer realidad nuestras convicciones, tomar el liderazgo para que las cosas pasen y transformar lo que sea necesario para avanzar es el camino para que todo sea posible.

Gracias Pablo Vierci por la linda dedicatoria en tu libro, que volveré a leer como ya vi varias veces la película.