La Solución para la Generación de Contenidos!
Cuántas veces escuchamos la frase “Si querés que algo salga bien, hacelo vos mismo”?
Seguramente muchos están leyendo esa frase y al mismo tiempo están moviendo la cabeza de arriba hacia abajo pensando “es así, sin dudas”.
Es normal que nos identifiquemos con esa frase cuando le pedimos a alguien que haga las cosas por nosotros y los resultados no son los que esperamos. Esto puede pasar por dos cosas:
– Porque no fuimos claros a la hora de pedir lo que queríamos.
– Porque la tarea supera los conocimientos o habilidades de esa persona.
(Es decir, que es culpa nuestra!)
Sea cual sea el caso, cuando las cosas no se hacen como nosotros pensamos, intercedemos resignados y muchas veces hasta enojados, pero para ese momento ya perdimos tiempo y tranquilidad mental.
Ahí es cuando nos damos cuenta de que muchas veces necesitamos hacer las cosas nosotros mismos. En especial con el CONTENIDO!
Pero… ¿Cómo hacemos para generar contenido que agregue valor?¿Cómo publicamos contenido que capte la atención de las personas, de nuestros clientes?
El desafío es el siguiente: ¡GENERAR MÁS CONTENIDO DEL QUE CONSUMIMOS!
Apa, y ahora?
Déjenme explicarlo.
Por un lado tenemos todo lo que consumimos:
Internet en toooooodas sus gamas y colores, TV, radio, libros, publicidades en la vía pública, mail (los mails!), nuestro nuevo favorito, el hijo prodigio de los contenidos a demanda“Netflix” (y si no tenés Netflix… naaa imposible.), y seguro me están faltando muchos más.
Por el otro, todo lo que generamos:
Ehhhhh……… Ahhhh……. Mmmmm………
En un principio puede que reaccionemos de esa manera, pero no es tan así.
Si nos ponemos a pensar, ya sea escrito, en video o contenidos de audio, siempre estamos generando algo.
Cuando escribimos un mail estamos creando contenido. Cuando conversamos con otras personas estamos creando contenido (probablemente sólo nos falte grabar la conversación).
Podemos escribir un diario personal, podemos sacarnos selfies, o sacarle fotos a lo que sea. ¿Te cantás un tema en la ducha? Grabalo (sólo audio por favor), hiciste algún comentario en Facebook? Twitteaste? Editaste un video para hacerle una broma a tus amigos? Mandaste un mensaje de audio por WhatsApp? Todo eso, TODO, es contenido generado por vos.
También, podemos optar por la siempre confiable e infinita máquina generadora de contenidos: “la crítica diaria”. Sea la política, el estado de las calles de la ciudad, algún pariente, el vecino, la guerra en medio oriente, el terrorismo, la selección, Donald Trump, el calor, la lluvia, el frío, en fin… de cualquiera de ellas, hoy en día, se genera gran parte del contenido que consumimos a diario en los medios. (Acá va link al Post 3 cuando se publique)
Como vemos, sin darnos cuenta ya estamos generando contenido y sino, fuentes de inspiración nunca faltan.
De la misma manera en que nos convertimos en zombies devoradores de cualquier contenido que se nos cruza, también podemos buscar el equilibrio generándolo.
Cuantas veces empezamos viendo un video en youtube y nos decimos a nosotros mismos, casi justificándonos, “son tres minutos nomas!” y sin darnos cuenta pasamos más de una hora mirando un compilado de videos con gente bizarra tratando de hacer cosas sin sentido.
Lo mismo pasa cuando generamos contenido. Empezamos haciendo un poco de “algo” y en el camino vamos encontrando lo que queremos y todo comienza a fluir. Pero para eso… hay que moverse y hacerlo!
Lo más probable que el recorrido sea muy parecido a esto:
Día 1: Tenemos una idea.
Día 2: Empezamos con los primeros intentos de plasmarla (en el formato que sea)
Día 3: Sentimos miedo y cuestionamos nuestra idea y el progreso que hicimos.
Día 4: Nueva idea mejoradora. Está vez sí! Menos mal que nos dimos cuenta a tiempo.
Día 5: Alcanzamos picos de motivación y hacemos importantes progresos.
Día 6: No entendemos que nos pasaba por la cabeza el día 5 y nos preguntamos cómo puede ser que nos haya gustado lo que hicimos.
Día 7: Nos tomamos un sabático, altas probabilidades de que sea un día domingo. Consumo indiscriminado de contenido ajeno. Comparamos y pensamos que lo que hicimos no está a la altura (osea, todo es una caga@#).
Día 8: Depresión y afloramiento de todos lo miedos de la niñez.
Día 9: Superación! Algo de todo el proceso anterior y gracias a tu inconsciente que invocó a nuestro siempre bienvenido sentido de la supervivencia, te dejó un “Vos podés”… “Dale, hacelo!”, “Está dentro tuyo”.
Día 10: Retomás la iniciativa creadora y arrancas de nuevo.
El proceso anterior, científicamente testeado en los laboratorios de ideas de Marketing Nano, al repetirse de manera continua, comienza a optimizarse. El valiente en nosotros desplaza a la vergüenza y de alguna manera u otra hacemos público nuestro primer contenido, luego el segundo y así sucesivamente.
¡La práctica hace al maestro! “Y no hace falta esperar al maestro para publicar nuestro contenido”.
Resumiendo. De la misma forma que nos ponemos a ver un video en youtube de sólo 3 minutos y nos quedamos casi una hora, cuando empezamos a generar contenido de manera sostenida, vamos cultivando el hábito y empezamos a pasar horas generando contenido… sin darnos cuenta.
En el mejor de los casos, luego de un par de años, nos hacemos mundialmente famosos con varios libros editados sobre un mago adolescente con una cicatriz en la frente.
En el peor de los casos, reflexionamos, nos conocemos mejor y ¡avanzamos! ya que para llegar al momento de publicar nuestro contenido, antes lo revisamos, rearmamos, re-redactamos, aprendemos, sobrepasamos barreras personales, conquistamos miedos, hasta que nos exponemos al mundo. Todo esto es lo que sucede cuando generamos nuestro propio contenido.
Así que ahora sólo falta animarse. Los desafío: GENEREN MAS CONTENIDO DEL QUE CONSUMEN, y avancen!
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