La Traducción Audiovisual puede potenciar la Accesibilidad y mejorar la Experiencia de Usuario

La Traducción Audiovisual puede potenciar la Accesibilidad y mejorar la Experiencia de Usuario

Alrededor del 15% de la población mundial puede enfrentarse a barreras para acceder a la información, la comunicación y el entretenimiento debido a alguna discapacidad. Por eso, la accesibilidad es un aspecto clave en el diseño UX, que busca crear productos y servicios que sean fáciles de usar, comprender y disfrutar por todos los usuarios. Pero, ¿qué papel juega la traducción audiovisual en este proceso? Aquí te explicaré un poco más sobre cómo esta profesión puede mejorar la accesibilidad y la experiencia del usuario a través de diferentes técnicas y estrategias.


Explorando la Accesibilidad en UX:

La accesibilidad se define como el grado en el que un producto o servicio puede ser utilizado por todas las personas, independientemente de sus capacidades o limitaciones. En el contexto de UX, la accesibilidad implica diseñar teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de los usuarios con discapacidad, ya sea visual, auditiva, cognitiva, motora o de otro tipo. La accesibilidad no solo es una cuestión de derechos humanos, sino también de calidad y satisfacción del usuario. Un producto o servicio accesible es aquel que ofrece una experiencia positiva, inclusiva y personalizada a todos los usuarios, lo que se traduce en una mayor fidelidad, confianza y reputación.


Sin embargo, lograr la accesibilidad no es una tarea fácil. Los diseñadores UX se enfrentan a diversos desafíos, como la diversidad de usuarios, las normativas legales, los recursos limitados o la falta de concienciación. Es por esto que se necesita contar con soluciones efectivas que faciliten el acceso a la información y la interacción con el producto o servicio.


El Rol de la Traducción Audiovisual (TAV):

La traducción audiovisual es una rama de la traducción que se ocupa de adaptar los contenidos audiovisuales a diferentes idiomas y culturas. Pero esta especialidad va más allá de la lingüística y puede abordar también aspectos visuales y auditivos que afectan a la accesibilidad. Algunos ejemplos de cómo puede mejorarla son:


Los subtítulos descriptivos y SDH (Subtitulación para personas con discapacidad auditiva), son textos escritos que aparecen en la pantalla y reproducen los sonidos relevantes de un contenido audiovisual, complementando los subtítulos de los diálogos. Pueden ser intralingüísticos (en el mismo idioma que el audio) o interlingüísticos (en otro idioma diferente al audio). Los subtítulos ayudan a las personas con alguna discapacidad auditiva a acceder al contenido sonoro, pero también a las personas que no dominan el idioma original o que prefieren leer el texto.

Las audiodescripciones, son narraciones en voiceover que describen las imágenes, acciones o elementos visuales relevantes de un contenido audiovisual. Dependiendo del caso, se insertan en los espacios sin diálogo o sin sonido del material original, ayudando a las personas con alguna discapacidad visual a acceder al contenido. Pero esta adaptación también ayuda a las personas que no pueden ver la pantalla (por ejemplo, si están conduciendo o haciendo otra actividad).


Estrategias para integrar la TAV:

Para asegurar la accesibilidad e incorporar la traducción audiovisual en la mejora de la experiencia de usuario, es necesario seguir una serie de pasos y recomendaciones:


  • Analizar el público objetivo. Es importante conocer las características, necesidades y preferencias de los usuarios potenciales del producto o servicio. Esto implica investigar aspectos como el idioma, la cultura, el nivel educativo, el tipo y grado de discapacidad, los hábitos de consumo y las expectativas.
  • Definir los objetivos. Es necesario establecer los objetivos que se quieren lograr con la traducción audiovisual. Sin embargo, no hay que olvidar que el propósito de la accesibilidad es brindar información objetiva al usuario para facilitar la comprensión del mensaje del contenido original.
  • Elegir las técnicas adecuadas. Es imprescindible seleccionar las técnicas de traducción que mejor se adapten al tipo de contenido, al medio de difusión y al público objetivo. Por ejemplo, los contenidos humorísticos o de terror no ofrecen los mismos desafíos que los contenidos dramáticos o de acción.
  • Seguir las normas y estándares. Es conveniente seguir las normas y estándares de calidad y accesibilidad que existen para los subtítulos SDH y la audiodescripción. Estas normas pueden ser de carácter legal, profesional o académico, y pueden variar según el país, el sector o la organización. Algunos ejemplos de normas son las WCAG (Web Content Accessibility Guidelines), las UNE (Asociación Española de Normalización) o las ISO (Organización Internacional de Normalización).
  • Evaluar los resultados. Es fundamental evaluar los resultados de la traducción audiovisual y su impacto en la accesibilidad y la experiencia del usuario. Esto implica recoger y analizar datos cuantitativos (como el número de usuarios, el tiempo de uso o la tasa de conversión) y cualitativos (como la satisfacción y la opinión de los usuarios).


La TAV es una herramienta poderosa para potenciar la accesibilidad y mejorar la experiencia de usuario. Al adaptar los contenidos audiovisuales a diferentes idiomas, culturas y capacidades, se mejoran el acceso, la comprensión y el disfrute de los usuarios. Además, se contribuye a crear productos y servicios más inclusivos, universales y humanos.


Los invito a reflexionar sobre cómo esta combinación puede mejorar la experiencia del usuario en diversos contextos y a explorar la amplia gama de posibilidades que ofrece la traducción audiovisual.



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