Traducción automática vs. traducción profesional
Hace pocos años, la traducción de documentos y materiales de todo tipo, ya fueran escritos, visuales, auditivos, o de medios interactivos, era una labor casi artesanal y reservada para personas con habilidades, conocimientos y experiencia específicos, si es que se deseaba tener resultados aceptables. Pero conforme se han desarrollado nuevas tecnologías para favorecer la comunicación ágil y eficaz entre personas, aun cuando no hablen el mismo idioma, poco a poco hemos descubierto programas de cómputo y soluciones informáticas que han convertido la tarea de traducir idiomas en algo mucho más fácil.
Es muy común hoy en día copiar y pegar párrafos enteros para insertarlos en el cuadro de Google Translate, esperar una breves milésimas de segundo y, como si de magia se tratara, cualquiera puede obtener ese texto traducido a la lengua de su elección entre las opciones disponibles, con una calidad que, en muchos casos, es decente dependiendo del fin que se persiga. Más recientemente se han dado a conocer avances sorprendentes en el campo de la inteligencia artificial, mostrando dispositivos capaces de traducir no solo textos escritos, sino también capturar voces humanas pronunciadas en el momento y devolver un audio creado digitalmente en un idioma distinto casi de inmediato.
Esto haría suponer que la labor de quienes se dedican a la traducción profesional, en cualquiera de sus formas, está amenazada por estas tecnologías emergentes, pero eso está muy lejos de ser verdad. Cualquiera que haya usado algún programa computacional o una aplicación para traducir algo se habrá dado cuenta de que los alcances de estas herramientas informáticas tiene muchas limitantes para dar sentido y sensación de auténtica comunicación.
Sin importar cuán desarrolladas sean las inteligencias digitales o los algoritmos de lenguaje, siempre habrá sutilezas, formas, sentidos e ideas que ninguna tecnología podrá interpretar y traducir con la eficacia suficiente para dar una experiencia de comunicación plena. Pensemos en las situaciones que se han derivado de la llamada "nueva normalidad". Ahora, como nunca antes, se ha vuelto necesario contactar a otros mediante enlaces de audio y video, y así se realizan reuniones, capacitaciones, clases académicas, eventos de entretenimiento y todos los tipos de interacciones que se nos ocurran. Pues bien, si un contenido audiovisual se emite a través de YouTube, por ejemplo, existe la opción de activar los subtítulos automáticos, lo cual es una maravilla. Sin embargo, los elementos que subyacen a las palabras se perderán para quienes no conozcan el idioma de origen. Los chistes, las ironías, los tonos, las expresiones idiomáticas y lo que se dice "entre líneas" no será entendido del todo por todos.
Al pensar en comunicar tus mensajes, tus contenidos y tus ideas para llevarlos a otros países, otros mercados y a otras culturas, es fundamental que consideres lo indispensable que es contar con un profesional en el campo de la traducción, así que, si necesitas soluciones comunicativas de este tipo para alcanzar a públicos o clientes más allá de tu propia lengua, consulta conmigo.
Universidad Nacional Autónoma de México
4 añosEfectivamente, lo que mencionas ocurre muy a menudo, sobre todo cuando se requiere de una traducción que contiene términos especializados que impactarán en el ámbito laboral o académico.