La Universidad del futuro (pero de verdad)
Desde hace ya algún tiempo han emergido una serie de factores que hacen que la educación universitaria esté cambiando su paradigma de manera progresiva. Las principales universidades a nivel global están adaptando su filosofía de enseñanza a estos cambios. Sin embargo, la universidad pública española se va quedando rezagada. ¿Qué está cambiando y por qué unas universidades se están dando cuenta y otras no? Eso es lo que vamos a analizar a continuación. Primero, veamos qué tendencias están modificando el modo y las razones por la que las personas cursan estudios superiores:
1. Fácil acceso al conocimiento para todos: El conocimiento es un bien no escaso. Está al alcance de todos y, lo mejor, no es exclusivo de ningún organismo ni de ninguna universidad en particular. Para aprender, existen en la red de redes cursos y material específico de gran calidad e incluso de carácter gratuito. Esto nos lleva a una cuestión fundamental: puedo aprender lo que necesito para mi actividad escogiendo los mejores cursos y generándome mi propio plan de estudios. Este hecho supone que en el futuro podré construirme mi expediente académico combinando asignaturas de aquellas instituciones donde estén los mejores de cada área. El valor de tener un título de la Universidad X, Y o Z será muy relativo. Podríamos hablar de que existirá una Universidad del Planeta Tierra donde todas las asignaturas serán optativas y el mercado laboral equilibrará la oferta y demanda dejando fuera aquellos cursos de peor calidad que nadie querrá cursar.
2. Tecnología, tecnología, tecnología: Aprenderemos en cualquier parte y con diferentes dispositivos. Esa es la esencia del aprendizaje en línea. Podremos estar físicamente o no presentes en una clase. Actualmente esto ya es posible aunque minoritario, sin embargo, en menos de una década, la enseñanza presencial es la que será minoritaria. La tecnología revolucionará los sistemas de aprendizaje clásicos: evaluaciones, puesta en práctica de conocimientos, relaciones con alumnos y profesores, etc.
3. La separación entre universidad y empresa se diluirá: El objetivo de los universitarios es el empleo (ajeno o mediante el emprendimiento). El aprendizaje basado en la industria será una realidad que permitirá el acceso directo a puestos de trabajo una vez el alumno está formado en las capacidades y conocimientos requeridos por la empresa que, a su vez, participará en la definición de los estudios. La universidad además es un ente generador de conocimiento mediante la investigación y, para su sostenimiento, la investigación habrá de ser mayormente aplicada, por lo que la empresa jugará un papel preponderante en esta tendencia.
4. Movilidad global: En la Universidad de Planeta Tierra, los alumnos querrán residir donde se den las tendencias tecnológicas, culturales o artísticas más actuales. Los centros de investigación tratarán de atraer el talento académico tanto de alumnos como de profesores. Surgirán élites de conocimiento en países emergentes que dinamizarán las economías locales con lo que dicho conocimiento se convertirá en un elemento de desarrollo.
5. Los modelos de financiación cambiarán: Las universidades locales o estatales dejarán de ser sostenibles con el sistema actual. Habrán de competir por la financiación pública que será proporcionalmente inferior a la privada por lo referido en el punto 3. Los estudiantes se verán atraídos por una determinada universidad en función al punto 4. Las mejor posicionadas lograrán mayor financiación mientras que muchas desaparecerán. La competencia es este aspecto crecerá a niveles no conocidos anteriormente.
Muchas universidades privadas están respondiendo a estas nuevas tendencias y posicionándose con rapidez. Sin embargo, la universidad pública no se mueve ni mucho menos a la velocidad que requieren tales tendencias. Las razones principales son las siguientes:
1) Una burocracia asfixiante disfrazada de mejora de la calidad y excelencia: Estas dos palabras se quedan vacías y huecas debajo de una miríada de datos e indicadores en su mayoría inútiles con que se disfrazan. Esta burocratización incrementada atenaza al personal docente e investigador que malgasta su tiempo en rellenar formularios y buscar información duplicada en lugar de dedicar su tiempo a realizar sus labores de investigación y docencia al más alto nivel. Los vicerrectorados y organismos encargados de la gestión de la calidad deberían ser centros de búsqueda activa y gestión de datos y no centros de papeles en tránsito que convierten al profesorado en encuestador, administrativo y mensajero.
2) Falta de flexibilidad: El exceso de control destruye la iniciativa individual mediante la creación de comités, comisiones y otros obstáculos que juzgan y, cual sanedrines, deciden si determinados cursos o programas se aprueban o no. La falta de transparencia en tales mecanismos de control dificulta a los profesores la defensa de su proyecto ya que para hacerlo han de seguir el conducto reglamentario que puede demorarse meses. El hastío se apodera de los iniciadores y mucho de ellos renuncian a innovar.
3) Dificultad de incorporación de la empresa al ámbito universitario: Los obstáculos para las empresas en su relación con la universidad son inimaginables en un mundo que avanza con una aceleración cada vez mayor. Esto hace, entre otros efectos negativos, que los egresados requieran de formación adicional práctica una vez terminada su carrera universitaria.
4) Politización de la universidad: Esto constituye una lacra que convierte a las universidades públicas en servidoras de los gobiernos nacionales y/o autonómicos y establece estructuras internas sectarias y partidistas. La universidad ha de ser un foro abierto constante en la defensa del saber y del conocimiento independientemente de cualquier otro factor.
5) Escasez en la internacionalización: La globalización ha de llegar a la universidad pública en la forma de atracción de talento académico y de alumnos a nivel global. Además es fundamental potenciar los cursos en línea en diferentes lenguas que hagan llegar el conocimiento de la universidad pública española a todos los rincones del planeta.
En el caso de nuestra universidad, es fundamental que en los próximos años exista un liderazgo independiente por parte de los rectorados, que tenga presentes las tendencias actuales, con una misión clara de situar a nuestra universidad en el mapa mundial y una visión de futuro aperturista hacia la empresa, internacional y facilitador de la innovación. Todo esto es por dos razones cruciales: 1) el modelo continuista simplemente no es sostenible en los próximos años y 2) nuestros hijos merecen una universidad pública que les garantice su desarrollo profesional en un mundo cambiante, globalizado y tecnológico.
Director General / Dean / Professor at ESCP Business School Madrid
9 añosMuy buen artículo! Sólo viendo Universidades españolas en Top100 (ARWU, 2014) vs. Business Schools en Top20 (FT, 2014) se pueden confirmar razones... Así, manteniendo Burocracia, Rigidez, Politización, Localismos, y la dificultad de incorporación de la empresa al ámbito universitario... Unde venis et quo vadis?
¿Por qué se está quedando la universidad española rezagada? ¿Qué indicdor lo mide?
Intrapreneur | International Director, Launch Excellence @ Novartis
9 añosSometimes we don't want to face the reality... Adding that the public university management is dramatically outdated. Good article Sir!