La verdadera innovación educativa

La verdadera innovación educativa

Esta mañana, mientras desayunaba con mi mujer en una terraza como todos los Domingos después de ir a Misa, me he encontrado con el Especial Colegios de @EL PAIS, en el que sale una pequeña entrevista que me hicieron hace unas semanas. En ella me preguntaban por innovación educativa en ESO y Bachillerato, sector en el que disfruto desde hace más de 13 años.

Al igual que la bondad de una espada en la antigüedad se medía por la solidez del metal y el peso de la misma -equilibrio- y no valía para nada si el caballero que la empuñaba no sabía utilizarla, en educación el emprendimiento, las nuevas metodologías, las competencias, etc. son palabras que deben tener mucho peso hoy en los centros educativos, pero no valen nada si las personas que las utilizan no son verdaderos referentes.

Un maestro, un profesor, un Equipo Directivo no es nada, no vale para nada, si no hay detrás un empeño personal por ser mejor persona cada día, por ser un ejemplo de vida en lo personal y en lo profesional.

Para mi, esta es la verdadera innovación: un equipo de personas excelentes que cada día luchan por ser mejores y hacer mejor su trabajo, capaces de transformar sus debilidades y las de los demás en fortalezas, que potencian sus habilidades y las de los demás para forjar personas mejores que ellos mismos.

La familia hoy es un entorno complejo, en el que se pasan menos horas de las que se debería pasar; padres y madres que deben estar muchas horas trabajando y no les queda más remedio que delegar la educación de sus hijos en un porcentaje mayor que hace unos años. No quiero entrar en si es mejor o peor, pero sí sabemos que es lo que hay hoy. Por eso, los educadores hemos de ser una escuela de virtudes.

Si hemos dicho siempre que "ese niño es educado porque en su casa también lo es", ahora cobra mayor peso cambiar la afirmación anterior por "ese niño es educado porque en el colegio también lo es".

Hace no mucho escuchaba a una persona que lleva muchos años en el mundo educativo que no hay valores. Sinceramente, no puedo estar más en desacuerdo. Hay muchos más valores que hace años, lo que pasa es que a veces no tenemos claro -no hacemos nada para que esté claro- qué valor va primero y cuál va después, luego el problema está en la priorización.

El ejemplo de vida personal y profesional de los profesores, maestros, equipos directivos...y familias, por tanto, es la verdadera innovación educativa. Después...vendrá todo lo demás.

Blanca García Martínez

Psicólogo en CENTRO DE PROTECCION DE MENORES DE LA COMUNIDAD DE MADRID

4 años

Precioso artículo. Cómo profesional de la educación creo que está muy bien que los chicos salgan del colegio superando el bachillerato... Pero de nada sirve, sino han salido aprendiendo a ser personas. Personas educadas en valores, y para que haya grandes personas tiene que haber grandes maestros detrás. Maestros que les guien y acompañen inculcando en sus vidas el respeto, la generosidad, el esfuerzo, el entusiasmo y el amor hacia las personas y hacia todo lo que hagan en la vida. Maestros que les enseñen que todos tenemos fortalezas y debilidades y que no pasa nada. Maestros que les enseñen que del error se aprende y que nadie nació sabiendo y que con cada caída serán más fuertes. Que quién no se equivoca es porque no lo intenta. Y que sólo el esfuerzo es ya la recompensa. Y sólo se puede educar con el ejemplo... Y sólo queda en la memoria lo que aprendemos con emoción

PILAR LOZANO MIJARES

Directora del Centro de Cultura del Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares

5 años

Carlos Ortiz Sanchidrian, qué bueno. Sí: la clave es el liderazgo educativo, con vocación de transformación sistémica: es decir, no (solo) enfocado a lo individual, sino a lo colectivo. Mucho que compartir...

Elvira López Palomeque

Senior Sales and Marketing Director (Schools Division) CEU Educational Group

5 años

Los directores de Colegio deben ser artífices del cambio educativo en beneficio de nuestros niños y de nuestra sociedad. Carlos Ortiz Sanchidrian no solo es eso, sino un ejemplo a seguir, uno de los mejores profesionales de la educación que he conocido, vocacional, líder, comprometido pero sobre todo y por encima de todas las cosas... una excelente persona.

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