Lanzar una Startup (2): Cuánto vale una idea
Una idea, en el ámbito empresarial, casi nunca vale nada. Como decía mi profesor de Derecho Civil, Storch de Gracia, "el padre no es quien pone la semilla, sino quien educa al niño". Esto, trasladado al título de este artículo, sería más o menos así: "una idea no vale nada, lo que vale es poner las ideas en práctica".
A lo largo de todos estos años me he encontrado a un montón de gente compartiendo ideas de todo tipo. La frase normalmente empieza así: "¿Quieres que te cuente una idea de negocio genial?". Yo mismo fantaseaba durante años con la idea de ayudar a los jóvenes a orientarse sobre su futuro, comentándoselo a todo el mundo, pero nunca hacía nada. Este es el primer corte en el largo camino de montar una empresa ... deja de hablar y empieza a hacer. Hay un abismo entre el plano mental y el plano físico, siendo muy pocos los que se atreven a saltarlo.
¿Recordáis la película "Extraños en un tren", de Alfred Hitchcock? Dos desconocidos coinciden en un vagón de tren y mientras almuerzan se cuentan su vida. Los dos odian a una persona, uno de ellos odia a su padre y el otro odia a su mujer. La idea que se pone sobre el mantel es muy sencilla ... si tú matas a mi padre yo mato a tu mujer. Nadie sospechará, nadie podrá conectarles, no existe ningún rastro de haber coincidido en ese tren. Será el crimen perfecto.
Pero la vida es compleja y las cosas se empiezan a torcer. La idea inicial se empieza a disolver, como un azucarillo, cuando se dan los primeros pasos. Y es que la realidad, queridos amigos, es muuuuuy obstinada. La vida es la leche.