Las empresas del futuro tendrán tres cosas: una máquina, un perro y una persona.
Las empresas del futuro tendrán tres cosas: una máquina, un perro y una persona.
Una máquina para que haga el trabajo.
Una persona para que dé de comer al perro.
Y un perro para que vigile que la persona no toque la máquina.
“Es muy posible que en pocos años estemos todos conectados, con chips integrados en nuestro cuerpo con los que poder rastrear nuestra propia salud y anticipar y prevenir muchas de las enfermedades que podríamos padecer, retrasando nuestra propia finitud”.
“Como dice Yuval Harari, en función de los recursos económicos se crearán nuevas clases sociales. La clase de superhumanos que se podrán pagar la biotecnología que les alargue la vida…”
“y la subclase Homo sapiens, poco productivos para el sistema, sin trabajo ni recursos, que no pueda acceder a ella”.
Ante este mundo en ciernes, urge reformar la educación de las nuevas generaciones “en la flexibilidad, la capacidad de adaptación, el compromiso ético y el cambio. Todo lo contrario de una educación rígida, repetitiva y descontextualizada de la realidad”
“La tecnología no tiene intenciones, ni moral, ni valores: son las personas las que deben crear y definir los algoritmos justos que den sentido ético a su uso”.
Eso pretende REINVENTAR LA ESCUELA: