Desde el ámbito sanitario, las farmacias en España están llevando a cabo diferentes iniciativas para convertirse en puntos de apoyo accesibles y seguros para las víctimas de violencia doméstica, especialmente en situaciones donde acudir a otros servicios puede ser complicado.
Las farmacias en España son espacios fácilmente accesibles, con más de 22.000 farmacias en todo el territorio nacional, lo que garantiza una amplia red de apoyo incluso en zonas rurales. En muchas ocasiones, las visitas a la farmacia pueden ser una de las pocas excusas seguras para salir de casa y acceder a buscar ayuda.
Iniciativas en España para el apoyo de víctimas en farmacias
En los últimos años, España ha lanzado varias iniciativas para que las farmacias se conviertan en un recurso accesible para las víctimas de violencia de género. Algunas de las más destacadas incluyen:
- "Mascarilla-19": Durante el confinamiento de la pandemia, el Gobierno español, junto con el Instituto Canario de Igualdad, lanzó la campaña "Mascarilla-19" en colaboración con farmacias de todo el país. Esta iniciativa permitía que las víctimas pudieran acudir a la farmacia y pedir una "mascarilla-19" para alertar al personal de que estaban en peligro. Al escuchar esta palabra clave, el personal farmacéutico sabía que debía contactar discretamente con la policía para proporcionar ayuda inmediata. Esta campaña se extendió rápidamente por toda España y fue un ejemplo exitoso de cómo las farmacias pueden ser puntos de ayuda seguros y accesibles.
- Cartelería y materiales informativos en las farmacias: En varias comunidades autónomas, se han distribuido carteles y folletos informativos en farmacias para proporcionar a las víctimas información sobre recursos y líneas de ayuda. Estos materiales, además de estar visibles, suelen ubicarse en áreas donde los usuarios pueden tomar un folleto discretamente.
- Capacitación del personal farmacéutico: En comunidades como Cataluña, Andalucía y Madrid, se han organizado formaciones específicas para que el personal de farmacia aprenda a identificar signos de abuso y sepa cómo actuar de manera segura y sin comprometer la confidencialidad de la víctima. Estos programas de capacitación buscan que los farmacéuticos y sus empleados estén preparados para proporcionar apoyo inicial y derivar a las víctimas a los recursos de ayuda especializados.
- Colaboración con el Instituto de las Mujeres y servicios de emergencia: Muchas farmacias han establecido protocolos de colaboración con el Instituto de las Mujeres y otros organismos locales de atención a víctimas de violencia de género. Esta red de apoyo permite a las farmacias actuar como un enlace seguro entre la víctima y los servicios de ayuda profesional, como refugios, asesoría legal y atención psicológica.
- "Farmacia Punto SOS": Esta iniciativa, presentada recientemente por la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, junto con el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos, llegará a las 1.596 farmacias de Castilla y León y busca dar difusión tanto en formato físico como digital para que la población conozca los nuevos recursos de atención y protección a víctimas de violencia o agresión sexual.
- "Producto clave": Esta campaña, impulsada también recientemente por la Junta de Andalucía y el Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos, tiene el objetivo de que las víctimas de violencia doméstica puedan pedir ayuda en las farmacias de Andalucía solicitando un producto "clave" para que el farmacéutico que les atienda identifique su situación y pueda activar un protocolo de atención inmediato.
¿Cómo pueden las farmacias españolas ayudar de forma efectiva?
Para que las farmacias en España puedan desempeñar su papel de manera efectiva en la asistencia a víctimas de violencia de género, es necesario contar con ciertas medidas y protocolos que garanticen tanto la seguridad de la víctima como la del personal. Aquí algunos pasos que pueden implementar:
- Establecimiento de códigos de ayuda: La campaña de "Mascarilla-19" fue un ejemplo exitoso de cómo un código sencillo y discreto puede ayudar a salvar vidas. Las farmacias pueden adoptar esta práctica y promover códigos adicionales o frases clave reconocibles para que las víctimas puedan pedir ayuda sin exponerse.
- Entrenamiento continuo: Es esencial que el personal de farmacia reciba formación continua sobre cómo reconocer los signos de abuso y cómo responder de forma segura. Este entrenamiento puede incluir pautas sobre cómo contactar a las autoridades sin que la víctima corra riesgo y cómo brindar apoyo emocional inicial.
- Provisión de material informativo: Colocar folletos, tarjetas o información sobre líneas de ayuda y recursos de emergencia en lugares discretos, como los baños o áreas de consulta privada, permite que las víctimas puedan acceder a esta información sin llamar la atención. En España, existen líneas de ayuda como el 016, disponible las 24 horas, que no deja rastro en las facturas telefónicas, y se debe promocionar esta información en las farmacias.
- Crear un espacio seguro en la farmacia: Las farmacias que cuentan con áreas de consulta privada o consultorios pueden ofrecer estos espacios para que las víctimas hablen en privado. Este espacio puede ser utilizado para que las víctimas reciban información o se sientan lo suficientemente seguras como para solicitar ayuda.
- Establecer protocolos de colaboración con autoridades locales: Las farmacias pueden beneficiarse de la colaboración directa con la policía local, servicios de emergencia y organizaciones de apoyo a víctimas, de manera que, en caso de que una víctima necesite intervención inmediata, el personal farmacéutico sepa exactamente a quién llamar y qué medidas tomar.
Beneficios de involucrar a las farmacias en la lucha contra la violencia doméstica
Involucrar a las farmacias en esta lucha ofrece varios beneficios a nivel comunitario y social:
- Red de apoyo accesible: Con la gran cantidad de farmacias distribuidas por todo el país, las víctimas tienen más opciones para acceder a ayuda en prácticamente cualquier localidad.
- Seguridad y anonimato: La capacidad de pedir ayuda en una farmacia permite a las víctimas hacerlo de forma más anónima y discreta, lo cual es esencial en casos donde el agresor vigila sus movimientos.
- Confianza y cercanía: Los farmacéuticos son figuras respetadas y de confianza en la comunidad, lo que hace que las víctimas puedan sentirse cómodas y seguras al buscar ayuda en estos entornos.
Por lo tanto, las farmacias en España tienen el potencial de ser un recurso clave en la lucha contra la violencia doméstica, ofreciendo a las víctimas un entorno accesible y seguro donde pueden buscar ayuda de manera discreta. Iniciativas como "Mascarilla-19" han demostrado la efectividad de este modelo y han impulsado a las farmacias a actuar como un punto de contacto inicial para quienes sufren en silencio.
En Urbagesa Farmacias estamos muy orgullosos de trabajar de la mano de los profesionales farmacéuticos, contribuyendo así a que estos puedan ejercer su labor en las farmacias y ayudar mediante este tipo de actividades a mejorar la vida de las personas.