LAS PERSONAS Y SU IMPACTO SOBRE EL RESULTADO EN LA DIRECCION DE PROYECTOS.
Continuando con el análisis desde la base, los proyectos como herramientas para hacer frente al cambio, son gracias a las personas, quienes en diversos roles deben ejecutar acciones individuales y de conjunto que finalmente van a determinar el éxito o fracaso en sus resultados. Y esto, es lo que nos hace poner atención en la cantidad de interacciones que se producen entre los diferentes agentes relacionados, durante su ciclo de vida (miembros del equipo, stakeholders, dueños, y reguladores, entre otros).
De este modo, cuando hablamos de personas que determinan los resultados, es necesario entender que se trata de individuos, cuyo conocimiento, competencias, experiencias, y cultura, son diferentes entre sí. Y tienen, un gran impacto sobre estos procesos de cambio y sobre el éxito de los enfoques de dirección que sean definidos y utilizados en los proyectos. Este entendimiento, hace recomendable desarrollar y aplicar modelos de interacción, y que sirven para analizar y potenciar los diferentes niveles de actuación de las personas, es decir; el nivel individual, el nivel de equipo, el nivel de la organización, así como los comportamientos requeridos en la ejecución de sus roles, procesos, e impacto en los cambios esperados.
Esto traerá consigo, conciencia acerca del tipo de conocimiento, experiencias, y en especial en lo relativo al tipo de talento requerido, asumiendo que las personas se comportan diferente cuando actúan como individuos, como equipo, o como parte de una organización, debiendo finalmente estar alineados en la estrategia. Y tal como indicamos en el articulo anterior, uno de los temas importantes a resolver tempranamente es esta estrategia, enfoque o “approach” de Project Management a utilizar en cada caso, es decir ¿Cuánto PM es necesario aplicar a la dirección del proyecto?, convirtiéndose en uno de los entregables clave del Project Manager al inicio del proyecto, el que debe considerar la forma en que las personas que ejecutan la estrategia, e influencian los resultados (positiva y negativamente).
Así entonces, personas, estrategias, procesos, cambio y resultados, están permanentemente amenazados no solo por los bajos rendimientos, si no también por las malas decisiones, o peor aún, por la ausencia o extemporaneidad de las decisiones, y no es posible alegar inocencia. Ya que esto, tiene que ver con la experiencia requerida tanto en las organizaciones como en la alta dirección de los proyectos, y que cuando ocurre, se debe también a una ausencia de conocimiento y habilidades, para llevar adelante estas tareas.
En este ámbito, lo habitual, es encontrarse con dos situaciones; la primera, donde la organización incorpora personas con criterios que no están alineados con los requerimientos del proyecto, es decir, que no fueron seleccionadas según la estrategia o con los niveles de talento requeridos. Y la segunda, cuando los proyectos se inician y avanzan en ausencia de estrategia o con una estrategia débil; sin orientación clara, sin objetivos que puedan descolgarse a los equipos de proyecto, para permitir que sus miembros hagan lo propio, y tengan así, el espacio de decisiones e influencia que requieren, sobre sus propios resultados.
Esta suerte de paternalismo, donde todo esta en la cabeza del Project Manager o en manos de la organización que no respeta la estrategia, es mucho más frecuente de lo que uno quisiera, y arrastra a las personas a navegar sin rumbo, a tener malos rendimientos, y finalmente a desaprovechar los talentos y las oportunidades de poner en valor, desde "lo que las personas saben hacer", hasta, “lo que se comprometen a hacer”, determinando un alto impacto global para los resultados de la dirección del proyecto. En adelante ustedes, modelen las interacciones, analicen roles, procesos y cambios requeridos, y construyan la estrategia de dirección para el proyecto, la que debe ser revisada y actualizada periódicamente. Las personas deben jugar a favor de los resultados.
Bueno, aparecen nuevos desafíos que seguiremos explorando juntos.
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