Las startups que surfean la ola de la "Silver Economy"
Desde Bifurcaciones tenemos el placer de presentar el articulo de Juan Jesus Velasco Rivera , VP of Corporate Sector en Genially
Dicen los expertos que, en 40 años, uno de cada tres habitantes de Europa será mayor de 65 años; por tanto, nuestra pirámide poblacional se habrá invertido por completo por el aumento de la esperanza de vida y la caída generalizada de la natalidad.
Esto que puede parecer una predicción que nos queda lejana, en realidad es algo que ya empezamos a percibir a nuestro alrededor. Nuestros mayores gozan de una buena salud y, en muchos casos, cuentan con capacidad económica para poder consumir y gastar (además de disponer de tiempo) y tienen relación con la tecnología; sus hijos, que han vivido también rodeados de tecnología, también envejecerán y, seguramente, vivan muchos años tras su jubilación…
La llamada “Silver Economy” es una realidad que crece en España y Portugal a ritmos anuales próximos al 3% y la tecnología empieza a ocupar un papel relevante en este segmento de mercado porque abre la puerta a ofrecer productos y servicios para atender de manera directa a este colectivo en ámbitos como la prevención, la asistencia, el bienestar, el cuidado y, por supuesto, también a su entorno y familias.
Y donde hay una oportunidad donde la tecnología puede aportar valor también hay startups y emprendedores dispuestos a llevar una solución que satisfaga las necesidades de un mercado en el que, por ejemplo, entidades como el Grupo Atresmedia ven potencial como para invertir en tres startups de la “silver economy” o crear un fondo de inversión específico para este tipo de compañías.
Cuidados y asistencia
Uno de los primeros nichos de mercado que solemos asociar a las personas mayores es el relativo a los cuidados y la asistencia, aunque también hay que reconocer que es una necesidad requerida en personas de cada vez más edad.
Hay startups muy interesantes trabajando en el ámbito de las residencias de mayores, facilitando a las familias la localización de la residencia que mejor se ajuste a sus necesidades y servicios de atención.
Un buen ejemplo de esto es GransLiving, una startup que ofrece un buscador para que las familias puedan localizar una residencia dentro de diferentes criterios de búsqueda (como la valoración de otras familias) y, de esta forma, convertir esta búsqueda en un proceso mucho más eficiente visitando solamente aquellas que mejor encajan con lo que requieren. Un segmento en el que también operan otras compañías como miResi o MundoMayor.
Otro ámbito en el que también han entrado las startups es el de los cuidados a domicilio y, por ejemplo, Senniors, Aiudo y Cuideo materializan la necesidad de encontrar un cuidador de confianza para una persona que tenga cierto grado de dependencia, abstrayendo a las familias del proceso de búsqueda y de los trámites para su contratación y complementándolo con servicios adicionales como fisioterapia a domicilio o terapia ocupacional.
Pero más allá de los servicios evidentes, la tecnología puede ir más allá y cuidar de nuestros mayores de una manera más discreta y, a su vez, de manera continua. Una de las propuestas más interesantes llega de la mano de Ingevital, una startup que ha desarrollado un “radar de presencia vital” con el que es capaz de detectar, de manera no intrusiva y sin necesidad de sensores o wearables, la frecuencia respiratoria y cardíaca en tiempo real de una persona, si la persona se ha caído de la cama o si se ha movido.
Este producto sumado a su sensor de detección de caídas permite hacer un seguimiento remoto de una persona a la vez que ésta puede seguir residiendo en su propia casa; simplemente, su propio hogar se vuelve un entorno más inteligente que permite estar en todo momento vigilante por si sucediese algo.
Durcal también lleva la tecnología al mundo de la asistencia a través de un reloj que es capaz de detectar caídas, localizar a personas mayores en caso de necesidad y, al igual que Neki, ofrecer también un botón de teleasistencia en caso de necesidad.
Tucuvi lleva la inteligencia artificial y los asistentes de voz al seguimiento y monitorización de pacientes crónicos a través de llamadas telefónicas para recordarles que se tomen su tratamiento, recabar datos o hacer seguimiento de una manera eficiente y rápida a la vez que se descarga al propio sistema de salud de la realización de una tarea rutinaria.
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La inversión en una mejor calidad de vida
La “silver economy” no tiene por qué estar vinculada, únicamente, a un ámbito de la asistencia de personas mayores que requieren cuidados. También la tecnología puede ayudarnos a vivir más y mejor; es una palanca para alargar nuestra esperanza de vida y, además, hacerlo en unas condiciones físicas y psíquicas excelentes.
Rosita Longevity nos propone el reto de vivir más años y con mejor salud; una aplicación que nos propone un plan de trabajo personalizado para ejercitar nuestro cuerpo a través de ejercicios, monitorizar nuestros hábitos alimentarios o nuestra salud emocional y, de esta forma, combinando hasta 18 indicadores de salud, medir nuestro progreso para que podamos cumplir años sin notarlo en forma de achaques o limitaciones.
La esperanza de vida de la mujer está en 87 años, 6 años más que la del hombre y, además, “la etapa de madurez en la mujer arranca alrededor de los 45 años hasta el final de sus días”. Acompañar a la mujer en su transición a la menopausia es el objetivo de DOMMA, una compañía fundada por Cristina Martínez y Mireia Roca que rompe el tabú alrededor de este proceso gracias a la atención, la información, el acompañamiento a través de un plan personalizado y la venta de productos con evidencia científica para aliviar los síntomas.
En un año cuentan ya con una comunidad de unas 30.000 mujeres alrededor de DOMMA y unas 3.000 ya son usuarias de sus planes de acompañamiento en el que les hablan a las mujeres de una manera cercana usando “las tecnologías que son familiares como WhatsApp para que las usuarias se vean atendidas por una persona y no por un bot”, tal y como comentaban las fundadoras de la compañía.
Otro ámbito clave que impacta en la calidad de vida es, sin duda, la capacidad cognitiva (que se ve amenazada por enfermedades como el Alzheimer). La estimulación cognitiva es un área en el que la tecnología también puede hacer mucho para mejorar la calidad de vida de los seniors y una de las aproximaciones más interesantes es la del uso de sistemas de realidad virtual.
Compañías como Oroi o Vivirtual utilizan kits de gafas de realidad virtual para que las personas mayores realicen ejercicios de memoria, movimiento y destreza o fijación de la atención con la idea de estimular sus capacidades cognitivas y, por tanto, fortalecer la autonomía funcional de las personas y enlentecer el deterioro cognitivo de las personas que sufran patologías como el Alzheimer o Parkinson.
El ocio y las finanzas de los seniors
Si hay un colectivo con el que el sector bancario no ha tenido empatía es, sin duda, el de las personas mayores (al que forzó al uso de apps y cajeros automáticos de manera abrupta y sin ningún tipo de pedagogía).
Sin embargo, nos encontramos con un colectivo que tiene cierto nivel adquisitivo, capacidad de gasto y educación financiera al que se irán sumando, en el futuro, personas que sí que han vivido pegados a la tecnología.
Esto abre las puertas también a productos y servicios específicos para los seniors actuales y los que vendrán con los años; productos destinados a complementar sus ingresos y pensiones, como es el caso de Kuvu.
Kuvu es una plataforma que ataca a la soledad de una persona mayor y, además, le abre la puerta a tener ingresos adicionales al alquilar habitaciones libres de su vivienda a otras personas que están buscando alojamiento y con los que pueden tener compatibilidad para vivir.
Otro servicio interesante es Pensium, una plataforma que ofrece liquidez a las personas mayores y familias que requieren dinero para pagar una plaza en una residencia privada. La plataforma tiene como objetivo aportar un anticipo y un complemento de ingresos gracias al alquiler de la vivienda de la persona que ingresa en la residencia y, de esta forma, transformarla en un activo productivo.
Otra forma de convertir la vivienda en un activo productivo y, por tanto, en un complemento económico a la pensión de jubilación (para vivir mejor y con mayor capacidad de gasto) es a través del concepto de “vivienda inversa” que propone Nutual, donde podemos vender nuestra vivienda, pero seguir viviendo en ella de manera vitalicia hasta que muramos pero habiendo cobrado el importe de la venta por adelantado para poder disfrutarlo.
Y más allá de las finanzas, los seniors van a ser personas muy activas con disponibilidad de tiempo para viajar y hacer planes con otras personas. Aquí es donde entran servicios como Vermut, una red social en la que conectar con otras personas con intereses similares y apuntarse a planes y actividades con ellas.
Si alguien pensó alguna vez que la vida se acababa con la jubilación, queda cada vez más vida por delante y, gracias a la tecnología, esperamos enfrentarla con cada vez mejor salud y de una forma más activa.
Gracias a Bifurcaciones y a Juan Jesús Velasco Rivera por dar a conocer nuestras iniciativas en el sector!
Gracias Bifurcaciones !!
Muchas gracias Juan Jesús Velasco Rivera por la mención!