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Aquella noche miraba la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos de Tokio 2020 ( así es la fecha correcta) y mientras miraba a los países árabes con sus mujeres con la maceta cubierta con esa mascada que no sé cuál se su nombre. Pero ahí andaban las iraníes sudando caminando algo acartonadas. Más atrás los güeros australianos junto con su desordenada delegación: ahí le seguían un grupo de africanos que daban la vuelta muy emocionados.alrededor de ellos unos japoneses le recibían vestidos con unos atuendos en blanco y negro.con una capa amarilla en la espalda: mientras los canadienses aplaudían por alguna razón que yo no entendia.los cubanos más serios que de costumbre caminaban a formarse: atrás de ellos una república ex soviética sorprendían con esos trajes bordados y su bandera roja con lo que parecía era un fénix. Les seguía.as árabes con su toalla enredada en la maceta. Después un grupo países de Oceanía con sus trajes de carnaval: una pareja de croatas sosteniendo la bandera penosamente: y así una kilometrica cantidad de países que eran reverenciados por esos japoneses que en ciertos momentos me hacían recordar a mis sobrinas pro camboyanos... Algo curioso que miro es que las banderas son sostenida por un hombre y una mujer. Que a veces les causa problemas al momento de balancear el labaro. Son tiempos distintos: son esos juegos silenciosos.