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Aquella noche miraba curioso la telera: cuando por obra del dios televisión le cambié de Canal y empezó una novela que se desarrollaba en unos ranchitos: los buenos y los malos (todos en verdad muy buenos ) que entre otras cosas se disputaban el amor. Mientras enseñaban la carne de res y adobada: no había mucha gente obesa en mayoría a menos que fuesen en personajes secundarios... Tampoco muchos morenitos, solo algunos que no eran los protagonistas. Dato curioso a uno le decían chilango... Lo cual me hizo pensar quienes eran esos seres con cuerpo de Chile y ego del mundo. Al final me emocioné cuando la buena despreciaba al buenote... ( Pero en el fondo lo seguía amando) y todo por el mero afán de venganza: mientras el héroe chillaba desconsolado... afuera la mala/ buena esperaba resignada su turno al amor... De cierta forma descubrí porque a la gente le gusta ver la novela de soliman el magnífico: y su rollo de mocharle la maceta a los malos funcionarios. Suena más real. Y sincero como el amor de un calafiero.