¡Lecciones en cualquier lado!

A veces en nuestras carreras nos encontramos con gente que en calidad de manager o colega nos deja bastante que desear, yo creo que lo importante es saber reconocer una buena lección sin importar de dónde venga.

Creo que las mejores lecciones que he aprendido en mi carrera acerca de cómo administrar han venido de "malas experiencias" o de consejos que si bien su intención era buena terminaron quedándose cortos.

Uno muy personal que me impactó profundamente en mis primeros años de trabajo fue uno que venía ¡de mi propia madre!

Ella, en su afán de "cuidar" a su pequeño, me aconsejó que tenga cuidado de no contratar a gente que sea mucho más inteligente o capaz que yo. Mi respuesta fue un "ma, hoy las cosas se hacen distinto, y ya es un poco tarde para eso 😳 tengo un equipo mucho mejor que yo en varias áreas" entre risas. Lo tomé como algo tierno de su parte, de querer cuidarme de un mundo que ya me había cambiado bastante a esa altura.

Ella aceptó que si contraté tanta gente capaz y me "va bien" algo debe haber cambiado en el mundo laboral. Pero me trajo la duda de qué hubiera hecho yo si ese consejo hubiera venido antes de tener mi primer equipo, o si fuera un poco más inseguro sobre mis capacidades.

Está de más decir que siempre voy a querer a mi madre, un poco más ahora que ya no la tengo a mi lado incluso, pero se sintió lindo ver nuestras épocas y nuestro cariño expresado de distintas formas.

Cuando yo me pongo en sus zapatos es otra la historia... ¿Le recomendaría yo algo potencialmente peligroso, en cuanto a job safety, a un protégé o un mentee mío? ¿Cómo abordaría esa situación? Mi lección apareció no en la respuesta a mi madre si no en las preguntas que surgen a raíz de lo que plantea.

En mi caso en particular descubrí que aceptar que la gente puede tomar decisiones arriesgadas es parte de crecer, tanto en el ámbito laboral como en la vida, y que esas decisiones son increíblemente personales y tupidas por experiencias y contextos. Nuestra tolerancia al riesgo es distinta y probablemente estemos en desacuerdo, pero el simple hecho de reconocer que tenemos tolerancias de riesgo distintas es, en mi opinión al menos, un paso en la dirección correcta de llegar a un entendimiento.

Y ahora, con ese largo preámbulo ¡Los invito a que compartan sus lecciones/no-lecciones!

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