Lecciones Salvajes II
Había una vez una pequeña abeja llamada Maya que vivía en una colmena junto a sus compañeras. Maya era una abeja muy emprendedora y siempre estaba buscando nuevas formas de mejorar la producción de miel de la colmena.
Un día, durante su recorrido por los campos de flores cercanos, Maya descubrió un campo de girasoles que nunca antes había visto. Al acercarse, se dio cuenta de que estos girasoles eran diferentes a los que había visto antes, eran más grandes y más dulces que los demás.
Maya regresó a la colmena y compartió su descubrimiento con sus compañeras. Al principio, muchas abejas no estaban interesadas en viajar tan lejos para recolectar néctar de los girasoles, pero Maya no se rindió. Convenció a algunas de sus compañeras más cercanas para que la acompañaran en su viaje y les enseñó cómo encontrar el camino de regreso a la colmena.
A medida que regresaban con el néctar de los girasoles, Maya y sus compañeras notaron que la miel producida a partir de este néctar era de mayor calidad y más sabrosa que la miel producida anteriormente. Maya sabía que había descubierto algo especial y decidió crear un equipo de abejas para recolectar el néctar de los girasoles todos los días.
Recomendado por LinkedIn
Pronto, el equipo de Maya se convirtió en el más productivo de la colmena. La miel que producían se vendía rápidamente en el mercado y pronto la colmena se hizo famosa por su deliciosa miel de girasol.
La historia de Maya y su equipo de abejas nos enseña varias habilidades y competencias empresariales que podemos aplicar en el mundo empresarial:
La historia de Maya y su equipo de abejas nos enseña que podemos aprender mucho de la naturaleza y aplicar estas habilidades y competencias empresariales en nuestro día a día. Si seguimos el ejemplo de Maya, podemos lograr grandes resultados en nuestras empresas y en nuestras vidas.