Legacy apps vs Futuro

En todo equipo de desarrollo ha existido alguna vez ESA legacy app. A la que tanto cariño se le tiene y tantos problemas ha resuelto a lo largo de su historia. No quieres dejarla ir, pero quizás sea el momento de abandonarla porque ya no hay forma de actualizarla y que se acople a las situaciones actuales. 

¿Cómo vas a dejar ir a tu diamante más brillante? 

Claro que siempre se puede realizar una app nueva con las mismas funciones. Sin embargo, hay algo en esa que nunca podrá ser reemplazado. Justo ese es el punto de hacer una app, queremos que no solucione solo los problemas de hoy, sino también los de mañana. Por eso, no se desarrolla la misma app con nuevas funciones todos los días, sino que se actualiza, claro está. Por eso, hay que salvar a esas legacy apps que no queremos dejar ir y la mejor forma de hacer eso es migrando a la nube híbrida. 

¿Por qué la nube híbrida?

Justo es el lugar en que con código abierto podemos usar lo mejor del futuro en conjunto con lo mejor del pasado. Esa app que tanto hemos querido siempre no es desechable, sólo es renovable. Como diría Lavoiser: 

“la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. 

En este caso, la materia son las apps, porque además este es el mundo en que vivimos, cada vez más de los problemas necesitan ser solucionados a partir de software. Si bien esto representa una gran noticia en cuanto a la relevancia de nuestra industria, también es un problema en caso de que no sepamos transformar la materia. Mientras más problemas surjan en el mundo, más necesitarán ser resueltos por nuestra parte y si ese número crece, significa que el motor de innovación debe llevar un combustible que sea inagotable. 

Si el día de mañana una crisis de agua como la de Nuevo León pudiera resolverse con una app, no sería por desarrolladores que siguieron haciendo las cosas como siempre. Se trataría de aquellos y aquellas que se impusieron a lo actual y crearon el futuro.