Liderar como a mí me gustaría ser liderado o liderar como cada uno debe ser liderado?

Cuando pensamos en la pregunta “¿Cómo se debería liderar a las personas?”, es muy común que nuestra respuesta sea un reflejo de nuestras propias expectativas y deseos. “Me gustaría que mi líder fuera más cercano”, “que dé instrucciones claras”, “que confíe en mi autonomía”. Sin embargo, liderar solo bajo la premisa de “como me gustaría que me lideraran a mí” puede llevarnos a un error fundamental: asumir que todos necesitan lo mismo que nosotros.

El liderazgo no es una proyección de uno mismo, sino una habilidad que debe desarrollarse y adaptarse a las necesidades de cada colaborador, su contexto, su nivel de desarrollo y la situación que enfrentan. Esto es precisamente lo que plantea el modelo de liderazgo situacional desarrollado por Paul Hersey y Ken Blanchard.

Las claves del liderazgo situacional

El liderazgo situacional nos explica que no existe un estilo de liderazgo único y perfecto.

La efectividad de un líder depende de su capacidad para ajustar su estilo según:

1. La madurez o nivel de desarrollo de la persona liderada. Esto incluye su experiencia, habilidades y nivel de motivación.
2. La tarea o el contexto específico. Algunas situaciones requieren más dirección y otras más apoyo.

De acuerdo con este modelo, hay cuatro estilos principales de liderazgo:

1. Dirigir/Ordenar: Alta orientación a la tarea y baja orientación a las relaciones. Ideal para personas que están aprendiendo y necesitan instrucciones claras.
2. Guiar/Persuadir: Alta orientación a la tarea y alta orientación a las relaciones. Se aplica cuando la persona necesita acompañamiento mientras gana confianza y habilidades.
3. Apoyar: Baja orientación a la tarea y alta orientación a las relaciones. Funciona bien con personas que tienen la capacidad, pero necesitan confianza o motivación.
4. Delegar: Baja orientación a la tarea y baja orientación a las relaciones. Indicado para personas competentes y autónomas.

¿Por qué liderar según las necesidades del otro?

Cada persona es única. Mientras que algunos pueden prosperar bajo un estilo de liderazgo más autónomo y flexible, otros pueden necesitar una estructura clara y constante. Lo que funciona para uno puede ser contraproducente para otro.

Por ejemplo:

• Un profesional junior podría frustrarse si no recibe instrucciones específicas y claras en un proyecto nuevo.
• Un profesional experimentado podría sentir que su creatividad y autonomía están limitadas si su líder realiza micromanagement.

Esto significa que la responsabilidad del líder no es imponer su estilo preferido o prevaleciente, sino invertir tiempo en comprender las necesidades individuales de cada colaborador. Esto requiere empatía, comunicación, conocer a los colaboradores y trabajar en el desarrollo personal de las habilidades blandas.

Una herramienta para desarrollar: la “Matriz de Estilos de Liderazgo”

Para implementar el liderazgo situacional en la práctica, los líderes pueden utilizar una herramienta como la "Matriz de Estilos de Liderazgo". Esta herramienta permite mapear a cada miembro del equipo según:

1. Nivel de competencia: ¿Tienen las habilidades necesarias para la tarea?
2. Nivel de compromiso: ¿Están motivados y comprometidos con el objetivo?

Con base en esta evaluación, se puede identificar el estilo de liderazgo más apropiado:

Es conveniente prestar atención a esta matriz periodicamente para poder adaptarse de la mejor manera a cada colaborador a lo largo del tiempo según evolucionen.

Liderazgo flexible: la clave del éxito

Liderar como me gustaría ser liderado es una perspectiva limitada. Liderar como cada persona necesita ser liderada, en cambio, es un acto de humildad, empatía y compromiso con el desarrollo individual y grupal. Esto no solo mejora el desempeño del equipo, sino que también construye relaciones de confianza y de largo plazo.

El verdadero desafío del liderazgo no está en imponer un estilo personal, sino en adoptar y adaptar un enfoque flexible que permita a cada persona trabajar de la mejor forma posible, cómoda y contenta. Como líder, el objetivo no es solo lograr resultados, sino también ser un catalizador del crecimiento y el éxito de quienes te rodean.

Para finalizar.

Es muy importante conocer el estilo predominante de cada uno para ser conscientes y poder asi trabajar y desarrollar los demás estilos.

¿Estás listo para liderar según las necesidades de tu equipo?