Liderazgo ante el Covid-19

La actual pandemia crea incertidumbre personal, conflictos como sociedad y nos cuestiona el valor de la vida versus el valor de lo económico, pero, al final, cuestiona nuestros valores y nos hace replantearnos lo que es importante en nuestras vidas.

Cada uno de nosotros, a nivel personal, afrontamos esta realidad de distintas formas, pero en este momento, más que nunca, es imperativo reconocer que nuestras acciones determinan en una forma contundente el bienestar colectivo.

Por ejemplo, no acatar las reglas de mitigación y distanciamiento social, no ser responsables con nuestros empleados o no hacer todo lo posible por darles confianza y seguridad a quienes dependen de nosotros, generaría un desorden en salud y en la sociedad superior al daño que la enfermedad per se va a ocasionar.

La forma como respondemos a los retos a nivel personal y como sociedad muestra el verdadero carácter de las personas y de la comunidad. Y para mover la sociedad en busca del verdadero bien común necesitamos líderes que nos ayuden a lograrlo.

Todas las sociedades necesitan de ejemplos que nos muevan en armonía con los valores en los que creemos y por los que estamos dispuestos a luchar por el bienestar de todos. Necesitamos líderes en los diferentes sectores de la sociedad que actúen con contundencia en busca de un verdadero bien superior.

La historia moderna nos da numerosos ejemplos de líderes que han generado la confianza y motivación de sus pueblos en momentos críticos: Mandela, Martin Luther King, Roosevelt, Churchill, Walesa, Merkel.

Líderes que en momentos de crisis crean un movimiento que nace de la motivación individual, pero impacta a toda la sociedad. México necesita hoy líderes como ésos, comprometidos con el bien común, independientemente de su posición, creencia o afiliación política.

Analizando las grandes acciones de esos hombres y mujeres transformadores es notable que tienen dos características en común: se adueñaron de los problemas de su comunidad de una forma extrema, los hicieron propios y le dieron sentido a su vida buscando cómo resolverlos; además, hicieron que las cosas sucedieran.

Esas dos características, hacerlo personal adueñándose del problema social, y lograr materializar acciones y propuestas, son elementos esenciales del liderazgo que hoy necesitamos.

Este momento de crisis claramente requiere del liderazgo de quienes tienen una posición de influencia en la sociedad civil y en el Gobierno.

Asimismo, desde nuestra posición individual, debemos todos actuar con estos mismos estándares. Tenemos que movernos de lo individual a lo colectivo, buscando desde el sector público y el privado, la empresa y la academia, un verdadero bien común, poniendo a un lado los intereses personales.

En este momento, México y el mundo necesitan de líderes comprometidos, capaces y dispuestos a influir con autoridad moral en una forma constructiva a la sociedad para generar un movimiento transformador de confianza, empatía y respuestas concretas a los grandes problemas de salud y económicos que estamos enfrentando.

Cada uno de nosotros tiene hoy esa oportunidad.

El autor es Rector del TecSalud del ITESM. opinion@elnorte.com