Liderazgo, Cultura, Resultados - El caso de Allan Mulally

Liderazgo, Cultura, Resultados - El caso de Allan Mulally

Uno de los ejemplos más claros y exitosos de cómo un liderazgo potente y una cultura corporativa positiva pueden impactar en los resultados de una empresa, es el caso de Allan Mulally. Fue fichado por Ford en el 2006 (hasta el 2014) para salvar a la empresa de la desaparición y para liderar el difícil camino hacia la recuperación del negocio. Ford estaba a punto de declararse en bancarrota y valoraba pedir un rescate al Gobierno Americano, tal y como otros de sus competidores lo habían hecho en aquel entonces. La situación era dramática.

Antes de convertirse en CEO de Ford, Mulally era CEO de Boeing, el conocido fabricante de aviones comerciales, dejando un impresionante legado de crecimiento y éxitos. Recién aterrizado en las oficinas centrales de Ford en Dearborn, Mulally se encontró con un panorama desolador y preocupante. Apreció una cultura directiva - y por consiguiente, cultura corporativa - tóxica en la que los Managers estaban más bien interesados en su propia carrera profesional, sus ganancias, su gloria y su protagonismo que en cualquier otra cosa. Una cultura directiva impregnada de conductas arrogantes para salvar la propia cara, maquillando resultados, endulzando los propios éxitos, minimizando o escondiendo  sus errores y carente de autocrítica. Una cultura caracterizada por la falta de transparencia, honestidad, humildad y coraje en el más alto de los niveles de la corporación.

Ford atravesaba una época difícil, perdiendo unos 13.000 millones $ al año. Una situación insostenible y con un pronóstico tremendamente pesimista. En una de las revisiones iniciales (BPR = Business Plan Review) Mulally pidió información acerca del estado de cada una de las divisiones de negocio. Por sorpresa, todos sus Managers afirmaban que sus planes estaban ejecutándose correctamente: “Todo bien, no problem Sir”. Incrédulo Mulally les preguntó si en tal caso, ¿la planificación estratégica tenía como objetivo perder unos 13.000 millones $ al año? Silencio.

Enseguida Mulally aplicó sus 10 claves de liderazgo y trabajo en equipo que le habían permitido cosechar grandes éxitos en Boeing. En pocas palabras, se trataba de una cultura de respeto mutuo, honestidad, transparencia, rigor, ayuda ante problemas, colaboración, etc. Convirtió esos valores en el fundamento de la nueva cultura corporativa de Ford a nivel global. Dicha iniciativa cultural llegó a conocerse bajo el lema de “One Ford”.

Hay que saber que Mulally es una persona tremendamente educada, alegre, amable y risueña que disfruta con su trabajo. Desprende bondad, positivismo e incluso tiene un toque de “niño pequeño” cuando habla de aviones y coches. Al mismo tiempo, es defensor de aplicar una política de “Cero tolerancia” ante el incumplimiento de esos valores y principios. No se permiten “Fence-sitters” - personas que no se implican, personas que no quieren estar en el barco, personas que ignoran las Buenas Prácticas, personas cínicas que van en contra de esa nueva cultura. Todos se implican, todos se apuntan al plan común, todos se responsabilizan, nadie se autoexcluye diciendo que “eso no va conmigo”. Y al que no quiere cumplir con esos preceptos se le invita a decidir si su sitio debe de estar en Ford o fuera de Ford. Según él, si uno sobrepasa la línea, tiene la oportunidad de pedir disculpas y esforzarse en hacerlo mejor la próxima vez. Debe de mejorar y alienarse con las normas y formas comunes.

Mulally cuenta una anécdota que refleja a la perfección la importancia y aplicación de su enfoque, “Cero tolerancia”. Uno de los más altos Manager, conocido por sus frecuentes salidas de tono, malas formas y faltas de respeto tuvo evidentes dificultades a la hora de adaptarse a esa nueva cultura y conductas. Según exigido, pedía disculpas. El problema era que estaba encadenando disculpa tras disculpa, sin rectificar su conducta de verdad.

Un día Mulally habló con ese Manager y le dijo, “No se trata de pedir disculpas todos los días. Se trata de seguir el plan. Se trata de cumplir con los valores que hemos acordado”. El Manager le dijo, “Allan, llevo muchos años en esta compañía, me has dado muchas responsabilidades, reconocimientos y primas pero a mi edad después de tantos años …me resulta muy difícil cumplir con lo que me pides. Ya no voy a cambiar”.

Mulally contestó, “Entonces te tienes que ir”. Y el Manager se fue.

Aun años después del exitoso paso de Allan Mullay por Ford, muchos resaltan que uno de los principales méritos que consiguió, fue liderar la cultura de “One Ford” y convertirla en uno de los indiscutibles factores de éxito. Gracias a su liderazgo salvó a Ford Motor Company.

Liderazgo, cultura, resultados.

Amparo Beltrán Yago

Prensa y Comunicación en Porcelanosa Grupo

3 años

Gracias Matthias Beige por el artículo. Desconocía la figura de Mulally y el cambio cultural que realizó en la empresa automovilística. Realmente se demuestra con el ejemplo de Ford Motor Company, que la realidad supera la ficción, y que la aplicación de la cultura corporativa es imprescindible y trascendental para la buena marcha de la organización en todos los aspectos! Y la importancia de la actuación de los mandos directivos 👏

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