¿Llegamos al 22?

Todo indica que, independientemente que la herencia cada día es un poquito mas pesada, el gobierno estaría llegando sin que explote la bomba al crítico día donde los argentinos elegiremos quien manejará los destinos políticos y económicos de la Argentina en los próximos 4 años.  Tipo de cambio fijo, más el dólar soja son los motivos de un BCRA comprador de divisas, que inmediatamente son malgastados en contener el contado con liquidación, permanentemente intervenido por la administración de turno. El FMI, en un rol tan culposo como sorpresivamente flexible, ha brindado parte del flujo de dólares necesarios para "llegar", omitiendo que su próxima revisión es recién en el mes de noviembre, cuando las cartas políticamente ya van a estar jugadas y todos los compromisos asumidos de disciplina fiscal estarán incumplidos. Las últimas medidas hablan de un total corrimiento de las pautas establecidas por este organismo, apelando a medidas populistas llamados “plan platita”  (ganancias a la 4ta. Categoría, congelamiento de tarifas, devolución de IVA, etc.) que provocarán un mayor desequilibrio fiscal, es una macro que cruje por todos lados y una inflación que empieza a coquetear con su prima, la “Hiper”. La tasa de interés es una incógnita, aunque todo indicaría que el BCRA dejará la misma en los mismos niveles actuales, esperando que tendencia tendrá la inflación en el mes del amor. La conclusión sería que el 22 llegamos; con todas las oportunidades de un país con recursos naturales, sin conflictos bélicos ni étnicos, y con una composición de activos baratos que abren oportunidades a inversores en busca de rendimientos que el mundo no está otorgando. Todo puede suceder; lo que sí es claro que un necesario brutal ajuste se viene, y la disyuntiva es de que manera se llevará a cabo.