¡LO BUENO SIEMPRE CUESTA!

Para lograr tus sueños y metas tendrás que esforzarte bastante cultivando tu sentido de propósito para lograr el hábito de seguir adelante y enfocar las situaciones y problemas de una forma positiva. El éxito no se consigue de la noche a la mañana, ni tampoco sin antes haber cometido errores o fracasos. Con tus errores o fracasos lograrás tener la oportunidad de poder aprender y reflexionar de ellos para convertirlos en oportunidades y salir adelante.

Muchas personas creen que hay mucha distancia entre el fracaso y el éxito, a mi forma de pensar no es así. Veo que la distancia no es tan larga y que el factor determinante para lograr convertir un fracaso en un éxito es el enfoque que le demos a las situaciones:

• Enfoque positivo: Sucede cuando logramos ver el problema como una oportunidad, nos dolerá y deberemos tener nuestro tiempo de duelo para poder salir del problema o la situación, pero debemos tener la fortaleza mental para ponerle un límite. Para así lograr darle vuelta a la página, aprender, reflexionar y seguir adelante.
• Enfoque negativo: Sucede cuando el problema o situación entra en nosotros y logra dominar nuestra mente nos quedamos enganchados a ellos, nos estancamos en la situación, nos amargamos y vivimos el resto de nuestras vidas lamentando y siendo víctimas.

Realizaré un ejemplo en el ámbito deportivo para poder ilustrar los factores claves para luchar por tu propósito.

1.  Antecedentes: La persona que utilizaré de ejemplo le llamaré Juan. Es una persona que hace ejercicio regularmente pero nunca ha realizado un deporte de forma profesional.
2. El propósito deportivo de Juan será: Correr una media maratón dentro de 8 meses.
3.  Juan teniendo su propósito tan claro. Lo primero que hará será su plan de entrenamiento para lograr su propósito.
4. Para lograr su plan de entrenamiento Juan deberá tener mucha persistencia y disciplina. Este claro sentido de tener un propósito es lo que va a ayudar a Juan a poder dominar su mente y adversidades para poder cumplir con su plan de entrenamiento. Sin este claro sentido de propósito Juan no tendrá la persistencia para lograr la carrera.
5. Juan como parte de su preparación se compró tenis nuevos y equipos electrónicos para poder medir su distancia y ritmo cardíaco. Con esto Juan se dio un incentivo para motivarse a cumplir el reto.

Utilizando el ejemplo de Juan voy a resumir la historia en 5 pasos que ayudarán en tu propósito y a realizar tus sueños.

1. Propósito: Debes de tener claro qué es lo que quieres. Este te dará el norte para luchar por tu propósito todos los días.
2.  Escusas: La razón número 1 de por qué no logramos los resultados que soñamos. Todos somos especialistas y creativos para encontrarlas. No importa la cantidad de errores que cometamos lo importante es asumirlos y evaluarlos. Al momento de cometer errores estás iniciando acciones para encontrar soluciones. en vez de estar acomodado o dando excusas. Cuántas veces en la mente de Juan no aparecieron las excusas para no cumplir su plan de entrenamiento te puedo garantizar que fue una pelea mental de todos los días
3. Disciplina: Tendrás que desarrollarla en tu interior para poder ser persistente y eliminar las excusas de tu mente.
4. Felicidad: Tu propósito debe de ir de la mano de tu pasión. Que te guste lo que haces. Si lo logras todo será más fácil.
5. Confianza: debes de creer en ti, saber bien tus fortalezas y debilidades. Para poder mejorar tus debilidades rodéate de personas que sus fortalezas sean tus debilidades y en conjunto serán una excelente combinación. El plan de entrenamiento es donde Juan confió que si lo realizaba la perfección iba a lograr el resultado.

Para poder triunfar tenemos que desengancharnos de nuestro pasado aprender de él. Tomar todas las enseñanzas que nos la vida. Enfocarla de forma positiva para no cometer los mismos errores para así poder seguir evolucionando. Lograrás tus sueños si te mantienes firme y persistente cuando te enfrentes a problemas o situaciones complicadas.

Encomienda tus obras al SEÑOR, y tus propósitos se afianzarán. Proverbios 16:3