Lo que valen las empresas
Artículo publicado originalmente en gallego, en El Correo Gallego, el 23 de septiembre de 2019
Son muchas las circunstancias, tanto internas como externas, que pueden afectar al valor en bolsa de una empresa, incluso en cortos intervalos de tiempo. Por eso también se producen cambios frecuentes en el ranquin de las mayores fortunas del mundo. En todo caso, no suben y bajan como un ascensor, ni los cambios son tan significativos cuando consideramos su valor en intervalos de tiempo suficientemente largos, digamos algunos años. Bueno, así era antes. Ahora incluso una década o menos es suficiente para darle un vuelco total al ranquin de las primeras empresas por su capitalización bursátil, lo que representa el coste de comprar en un momento dado todas sus acciones. Es decir, el precio de adquirir la empresa al completo.
De esto quiero hablarles hoy, y para ello voy a comentarles algunas diferencias entre las empresas que a escala global ocupaban las diez primeras posiciones en 2008 y 2018. Solo hay diez años entre medias, pero es como si hubiese transcurrido un siglo hace solo unas décadas.
En 2008 solo 3 de estas empresas eran del ámbito de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), mientras que en 2018 solo 3 no lo eran. Además, Apple, Amazon y Microsoft ocupaban el año pasado el pódium al completo. En 2008 todas eran estadounidenses, pero en 2018 se colaron ya dos chinas: Alibaba y Tencent. Estas han llegado para quedarse un tiempo y seguro que vendrán otras detrás, y muy pronto. Alibaba es la equivalente china a Amazon y Tencent es, entre otras cosas, la mayor compañía de videojuegos del mundo.
Hay otro dato que todavía me llama más la atención. El que solo tres de las empresas que estaban en el top-10 en 2008, siguen ahí solo diez años después: Microsoft y Google, que han escalado posiciones, y Johnson&Johnson, que ha descendido al décimo lugar y todo apunta a que saldrá de la lista en poco tiempo.
Las empresas de las que les estoy hablando valen en conjunto varias veces el PIB español anual y emplean a varios millones de trabajadores. Por eso es tan sorprendente la volatilidad de esta lista de las diez más grandes gigantes mundiales y tan reveladora de la magnitud de los cambios socioeconómicos que vivimos y de los que, obviamente, somos responsables, aunque en muchos casos no de un modo planificado ni aún consciente.
Es cierto que no todo el agua del mar se mueve igual que la de sus olas, menos aún en la tempestad, pero también lo es que son las olas más grandes las que cambian la fisonomía de la costa. Nunca hemos vivido un mundo de cambios tan profundos, tan rápidos y tan impredecibles como el de ahora, por eso no podemos afrontarlo solo a través de lo aprendido del pasado. Necesitamos nuevas formas de pensar y de actuar, lo que requiere de nuevas formas de educar.