Los 7 sombreros del liderazgo

He decidido empezar a escribir en este espacio acerca de las herramientas que pueden ayudar, tanto aquellas personas que están iniciando procesos de liderazgo, como aquellos líderes que desean transformar su liderazgo actual.

En este espacio compartiré elementos relacionados con la formación y el desarrollo de equipos auto-organizados. Una nueva manera de pasar del liderazgo convencional hacia un liderazgo colectivo que implica, encontrar un balance que facilite la construcción de ambientes seguros para crear y generar valor en equipo.

Es por ello que hoy quiero empezar hablando de los roles de los que necesitamos aprender como líderes para gestionar un equipo de alto rendimiento:

El sombrero del mentor: Aquel que nos muestra que hemos sido enseñados también por otras personas y que por tanto somos eslabones de una cadena en la cual también podemos enseñar a otros. En un equipo implica tener claro qué conocimientos y experiencia tiene cada miembro del equipo y establecer mecanismos para compartirla. Cuando este sombrero está activo, todos los miembros del equipo re-conocen el talento que hay en los demás y se abren a aprender de ello.

El sombrero del Facilitador: Aquel que usamos cuando abrimos espacios conversacionales seguros, para establecer acuerdos de equipo. Este es el espacio de hacer facilitar que todos pongan las preguntas claves, que tengamos un ambiente que permita incomodarnos con la duda, explorar nuevos caminos y tener la diversidad a la mano para abrir una arena amplia de posibilidades. En una conversación rica en experiencia y conocimiento que poco a poco se traduce en acuerdos. Este es el sombrero que logra que los espacios de trabajo colectivo tengan resultados tangibles y concretos.

El sombrero del Coach: Es el que caminamos juntos, reconociéndonos como pares, que nos acompañamos para crecer juntos. Es el sombrero de las conversaciones apreciativas, del reconocimiento de lo quiebres y de los "darse cuenta". Es el espacio en donde aceptamos que somos seres emocionales que convivimos y que tenemos en común el querer ser mejores personas. En ese proceso reconocemos valores y estados de ánimo presentes en el equipo. Y también desarrollamos procesos de crecimiento individual que luego se traducen en crecimiento colectivo.

El sombrero de la retroalimentación: Aquel que facilita la construcción de espacios seguros, confiables, en donde las personas puedan ser sinceras y decir lo que piensan. Es el sombrero de los códigos de valentía, en donde se aprecia la transparencia y se hace de este un valor que se comparte y se aplica en todas las conversaciones. Los efectos de este sombrero se notan cuando las personas nos retro-alimentamos (tanto para reflexionar sobre comportamientos positivos o comportamientos no deseados ) y nos retamos a la mejora continua.

El sombrero del entrenamiento: Aquel en el cual aprendemos cada día. Se activa con el reconocimiento de que somos aprendices y también des-aprendices constantes. Se nota cuando entrenamos nuestros talentos y nos volvemos mejor en ellos cada día. Es el sombrero que entiende que en el conocimiento hay una fuente continua de aprendizaje y que con ello vienen tanto las herramientas como la confianza para que podamos desarrollarnos en una carrera profesional y distribuirnos las responsabilidades en el equipo.

El sombrero de las decisiones críticas: Aquel que usamos producto de la combinación de nuestra experiencia y conocimiento, para tomar decisiones arriesgadas que pueden ser de alto impacto para el equipo y la organización. Puede estar relacionado con decisiones económicas o que pueden darle un giro a los resultados de una organización. Es la carta que los líderes hoy deciden usar cuando están bien informados y tienen se les ha conferido el poder para llevarlo a cabo.

El sombrero del sabor: Aquel que usamos para tener conversaciones abiertas, des-estructuradas, creativas, en donde como equipo dejamos que todo fluya en una danza no planeada y abierta al pensamiento difuso. Son espacios para hacernos cercanos, conversar de lo que estamos viviendo, haciendo, aprendiendo y en especial para conocernos mejor. Es el sombrero de permitirnos ser vulnerables y compartirlo con los demás.

Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer este artículo. Me encantaría que después de estas reflexiones me cuentes ¿cúales de estos sombreros haz puesto en práctica?.

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