Los bromistas de la era.
Como un respiro interminable, el alma clama todo el tiempo por expresar su sentir, morirse en vida no es una opción, perseguir los sueños se vuelve un recurso del loco conspirador, el camino ha sido difícil para todos, ha sido una encrucijada que nos arroja a los desdenes de la vida, de los individuos y por supuesto de los idiotas; porque es el hombre la llave de la existencia, es el universo mirándose desde su insignificancia, así lo será por al menos unos millones de años más.
El camino es un barco que navega en la cruda mañana, poseído por los espíritus de algún arquetipo que domina su morada, así proseguimos con el desdén de la vida y con el rechazo de la misma, de la sociedad conocida, que sin lugar a dudas nos juzga desde su cueva, deseosa de querernos aceptar en su péndulo maligno de energía, con un deseo voraz por poseer nuestra energía y la de muchos millones más.
Parece fácil el caminar a través de espacios de comunicación perecederos, el mundo no es el mismo, la vida y la interpretación de la misma no respetan el valor primordial de la existencia, caminamos y nos preguntamos, ¿qué está pasando? Quién nos está empujando a abandonar cada vez más las raíces de nuestros antepasados, el presente es ahora, siempre lo ha sido, pero el presente se encuentra un tanto distorsionado, confundidos en el consumismo, en la rabia iracunda de monopolios gobernantes de nuestros sueños dejamos de anhelar el nirvana para intercambiarlo por likes y tecnología capaz de robarnos la razón.
El sujeto es cambiante, lleno de dudas y de experiencia, no se resume a el placer de vivir, no se apega al camino del existir, es siempre una masa de tierra, polvo de estrellas y el deseo de poseer algo que actualmente carece de tener, el sistema trabaja de una forma ordenada, lógica y perfectamente defendida por los monstruos de la creación materialista, todos aquellos abnegados al despertar y a la trascendencia espiritual, rodeados de lujos, objetos, vida sin sentido.
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Estamos en un tiempo sin tiempo, en un espacio vacío de ideales y lleno de putrefacciones, compuesto de poder, avaricia y capitalismo, tan vacío de alma, energía y logos.
En este tiempo la vida se podría resumir a muchas cosas menos vida, el desconcertante mundo que nos rodea y que vive sin conciencia es apabullante, y como no, como refutar el cuento tan bien contado, las verdades tan bien inventadas y el camino trazado para cada una de nuestras vidas, sin dudarlo se ha perdido el rumbo, sin pensarlo el loco será ante mis ojos el hombre cuerdo de este mundo, porque habremos de entender en algún tiempo que nuestras acciones no hicieron más que entorpecer un proceso evolutivo que asciende más allá de nuestra comprensión.
Pareceremos locos en los anales de la historia, no es el tiempo aun, no es nuestra era, vivimos adelantados a un tiempo que se rehúsa a perder, que vive con la consigna de poseer y de tener, y si, parece que solo existiera eso por el momento, que solo la vida se redujera a cumplir con ese anhelo que se tiene de nosotros, como integrantes de una sociedad productiva, de un espacio que de algún modo tenía reservado un lugar para nosotros mismos, como engranes de una maquina gigantesca que gobierna nuestras vidas, hemos olvidado que no existen razones para justificar entregar nuestra vida y energía a una entidad que ni siquiera piensa en lo productivo que es un alma despierta.
Esperamos despertar, de todo corazón lo anhelamos, ojalá pronto, ojalá en algún tiempo podamos creer que este mundo de mierda va a terminar, que esta vida vacía llegará a su final, sin dudarlo pienso, que ese tiempo llegará, lastima para estos bromistas locos de la era actual, seguramente nunca lo podrán observar.