Los CEO somos imbéciles!... (la mayoría)
En esta nueva etapa profesional de asesor, consultor / especialista en medios, y luego de más 30 años de labor corporativa ininterrumpida he logrado constatar una pavorosa leyenda urbana hecha realidad: Los CEOs son unos verdaderos imbéciles!.
... he sido CEO durante casi 15 años, y no descarto seguir ejerciendo... Debo asegurar que no me considero imbécil... Me considero un “CEOoutlier” y con mucho orgullo y seguridad lo digo...
Por supuesto yo he sido CEO durante casi 15 años, y no descarto seguir ejerciendo con mi empresa o en vida corporativa. Debo asegurar que no me considero imbécil, sino más bien del grupo de aquellos pocos que salen de esa norma. Me considero un “CEOoutlier” y con mucho orgullo y seguridad lo digo, porque:
- No me rodeo únicamente de mis amigos para hacer negocios. No soy “argollero” y nunca lo seré. De hecho, los amigos pasan por un mayor riguroso sistema de selección profesional en caso de ser considerados como clientes, proveedores o colegas. Lo mínimo que debería ocurrir!.
- Respondo todos los mails, chats, cartas, llamadas, etc... con un al menos gracias por el contacto!. Aún cuando no haya interés alguno, cualquier persona merece el trato profesional, respetuoso y humano de ser respondido, aún cuando sea con una respuesta negativa.
- Comprendo mi imperfecta naturaleza y escucho a todos alrededor, y aún cuando mi opinión o criterio sea contrario, al menos dejo espacio a la discusión e incluso aceptación de otros caminos diferentes. No el tuyo, no el mío, una tercera opción enriquecida.
- Comprendo que algún día dejare de ser CEO y por ende mi imbecilidad es controlada, y con los pies a tierra se con humildad que yo estaré desprovisto de esa capa protectora algún día. Sin excepción!.
- Hago la ley en mi empresa modelando conductas hacia los equipos, y no recito un discurso vacío de ocasión, ni un listado de valores, para luego desecharlos con la primera palabra dicha fuera del micrófono.
- No le digo que no a todo aquello que se me presenta y no ha salido de mi. No soy un sabelotodo y ya todo lo intente y todo lo sé. Más bien reconozco que estar en la cúspide tiene la responsabilidad de estar aún más atento a cambios y tendencias traídas por terceros ajenos a mi e incluso ajenos a la empresa, para retar mi trabajo diariamente sin apoltronarme.
- No le digo si inmediato , automático y sumiso a todo aquello que los Directores o Presidentes de Juntas Directivas piden con o sin razón aparente. No sin antes agotar las discusiones, caminos y análisis correctos para someter a votación cualesquiera sean las decisiones estratégicas que involucra al gobierno corporativo.
Estamos todos irremediablemente en la vida empresarial ante dos grupos de CEOs: “Los Imbéciles” y “Los Outliers”.
Por los momentos, la partida la van ganando por goleada Los Imbéciles en esta vida impregnada de "política corporativa" y moral a medio camino. Pero si algo tenemos “Los Outliers” es que somos más consistentes y persistentes en nuestro propósito. Los otros tienen un único interés que consiste en figurar en primera plana, ser alabado, endiosado y considerado como un semidiós inalcanzable en la tierra de nosotros los mortales.
Al final "la pelona" (la muerte en mi país natal) nos toma a todos por igual, y el orgullo, satisfacción, alegría y amor auténtico de ser un CEOoutlier es insustituible por las alabanzas y fantasías del semidios con pies y cabeza de barro.