“Los clientes nunca amarán una empresa, si los trabajadores no la aman primero”
Nuestros trabajadores, o mejor dicho colaboradores, deben ser el activo número uno de la empresa. Ellos son los que llevan a cabo los procesos e incluso son la cara visible y directa de la empresa ante otras empresas y/o el consumidor final. De ahí, la importancia de mantenerlos motivados, otorgarles empowerment y, sobre todo, hacerlos parte de la empresa.
Recuerda, son tu activo número 1.
Este mensaje fue inspirado por uno de los mejores líderes inspiracionales, Simon Sinek.