¿Los jefes no se involucran? 7 consecuencias del mal liderazgo en tu empresa
En toda organización existe una jerarquía en la que los jefes se encuentran en la cúspide de la pirámide. Estos, para desempeñar su papel correctamente, deben ser los líderes que guíen a su equipo para que se alcancen los objetivos de la empresa.
Lamentablemente, es común que los directores, gerentes y otras personas con poder de decisión dentro de las organizaciones sean totalmente ajenos a lo que ocurre con su personal, dando pie a que se generen situaciones que ponen en riesgo toda la operación de una compañía. Enseguida te dejamos algunos ejemplos:
1. Falta de seguimiento a los procesos
Los procesos son la base para que todas las actividades que se realizan dentro de una empresa se lleven a cabo de modo que se alcancen las metas establecidas por área o a nivel organizacional. Por ende, cuando estos no se siguen correctamente, lo más probable es que no se logren los objetivos o que se requieran más recursos y más tiempo para hacerlo.
Probablemente creas que esto nada tiene que ver con un jefe, sin embargo, es esta la persona que debería poner el ejemplo al cumplir su parte dentro de los procesos, motivar o incentivar a que el resto de su equipo también lo haga y, en caso de ser necesario, tomar medidas cuando uno o varios individuos no realicen sus tareas como fue establecido.
2. Mala comunicación
Como los jefes tienen el poder de decisión, es muy importante que se encuentren pendientes e informados de lo que ocurre en su empresa o, al menos, de lo que pasa con su respectiva área para tomar decisiones acertadas. Sin embargo, si el jefe tiene una mala o nula comunicación con su equipo, es bastante probable que no cuente con el panorama completo para tomar decisiones informadas que sean las mejores para la organización.
Además, el ejemplo dice más que cualquier palabra, por lo que es bastante probable que si el jefe no se esfuerza en comunicarse con sus colaboradores, ellos tampoco pondrán demasiado interés en comunicarse con sus superiores y mucho menos entre ellos, entorpeciendo aún más los procesos.
3. Demasiada carga laboral
La falta de involucramiento del jefe y la mala comunicación pueden provocar que el personal tenga más carga laboral de la que puede manejar, no precisamente porque se tenga mucho que hacer, sino porque se comenzará a trabajar duro y no de manera inteligente debido a que se buscará el bien individual y no el común.
Cuando los colaboradores tienen una carga laboral excesiva, no sólo se ven afectados negativamente en su salud física y mental, sino que también hay repercusiones en el flujo laboral interno debido a que la relación entre todos los miembros del equipo de trabajo se ve perjudicada cada vez más.
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4. Poco compromiso del personal
De acuerdo con investigaciones realizadas por la consultoría Gallup, el 70% de la falta de compromiso de los colaboradores está relacionada con sus jefes. Esto quiere decir que es más probable que alguien deje de esforzarse en su trabajo por temas relacionados con su jefe que por su salario u horarios laborales.
Si los jefes no se involucran con sus propias áreas o en su propia empresa, dan a entender que no tienen el interés suficiente para hacerlo. Evidentemente, el personal podría llegar a la conclusión de que tampoco debería involucrarse tanto. Además, la falta de guía o de compromiso de algunos suele llevar al resto a sentirse y comportarse de la misma manera porque la falta de compromiso sí es contagiosa.
5. Menor productividad
La suma de todo lo mencionado anteriormente suele traducirse en una notable disminución en la productividad y, por ende, en resultados decepcionantes. Si todos los colaboradores son menos productivos, alcanzar los objetivos tomará más tiempo, por lo que serán requeridos más recursos y se obtendrá un menor porcentaje de ganancia.
6. Alto índice de rotación de personal
Ya sea por decisión de los mismos empleados por las condiciones laborales que ofrece una empresa con malos líderes, o de los mismos jefes al ver a empleados poco productivos y sin el compromiso deseado (quizás sin saber que son ellos mismo los que lo están provocando), la rotación constante de personal es un problema aquí y en cualquier parte del mundo.
La salida de personal siempre tiene un efecto negativo tanto en lo anímico como en las finanzas de una organización y, por otro lado, la llegada de nuevos colaboradores de manera constante cuando la empresa no está en expansión, representa una pérdida de tiempo debido a que se debe capacitar, una vez más, a un individuo que probablemente no tardará en irse.
7. Alcance de objetivos en mayor tiempo
Con base en todo lo anterior, está claro que alcanzar los objetivos será un reto aún más grande ya que se tendrán que duplicar esfuerzos y destinar tiempo y recursos para solucionar problemas que podrían ser sólo la punta del iceberg. Al final, quizás sí se logre lo necesario para mantener una compañía a flote, pero no lo suficiente para convertirla en un caso de éxito.
Es importante mencionar que no siempre es necesario reemplazar a este tipo de jefes para que una organización funcione adecuadamente. Antes, deberían de recibir capacitación oportuna de manera individual o junto a su equipo de trabajo, así como contar con procesos en los que se establezcan de manera clara y digerible lo que cada uno debe de hacer.
Si eres un tomador de decisiones en tu empresa y crees que podrías desempeñar mejor tu papel, o consideras que uno de los jefes dentro de tu organización ya no se involucra tanto como antes, ¡contáctanos! Podemos ayudarte a optimizar los procesos de tu empresa y a capacitar al personal para que la experiencia de todos, así como los resultados, mejoren notablemente.
Por Analuz Rodríguez Hernández