Los nombres propios

Los nombres propios

Creo que, a estas alturas, nadie se sorprenderá si digo que uno de los placeres de los que he disfrutado este verano ha sido la lectura.

Antes de irme de vacaciones, hice acopio de varios libros en los que zambullirme en las tardes de playa: uno de poemas, una novela ambientada en Asturias, otra que, tirando de humor negro, hace un retrato descarnado de la realidad de tantos jóvenes que se han visto, en los últimos años, obligados a emigrar, y otra que, narrada desde un particular punto de vista (la voz de la que un día fue su amiga invisible), recorre la memoria de la infancia, adolescencia y juventud de su protagonista, haciendo el retrato de toda una generación.

Todos los he disfrutado de una u otra manera, pero este último, la primera novela de Marta Jiménez Serrano, que lleva por título ‘Los nombres propios’, me ha llenado especialmente, quizá por haberme reconocido en alguno de sus pasajes, y me ha procurado instantes de absoluta felicidad. Y es que la historia de Marta, que comparte nombre con la autora -y, seguramente, algo más-, podría ser la de muchos de quienes nacimos a finales de los ochenta y principios de los noventa.

Sin parecerse, en más de una ocasión, mientras lo leía, me he acordado de ‘Feria’, de Ana Iris Simón. Quizá por ese poso que ambas narraciones dejan acerca de la búsqueda de la propia identidad de una generación que navega en un contexto de incertidumbre, precariedad laboral, inestabilidad, aspiraciones frustradas y, en definitiva, desencanto.

En esas tardes de playa, la memoria de Marta, tejiendo paralelismos entre su vida y la mía, me llevó a mi infancia, a mi amiga invisible, a los nervios de la noche de Reyes, a los juegos con mis primos, a los veranos en la piscina, con sus volteretas y aguadillas, a esos otros veranos de adolescencia que no eran más que un eterno compás de espera hasta el ansiado reencuentro con mis amigos en septiembre, a las primeras decisiones, a la incomprensión de la profesora de Ciencias por elegir Humanidades y Sociales cuando, en su opinión, mi potencial daba para una carrera científica y era una pena desaprovecharlo, al primer amor, al primer desengaño, a la Universidad, a los viajes con amigos, al Erasmus, a las primeras crisis existenciales, a las primeras decepciones, a la vida en un país extranjero, al recuerdo de los abuelos…

Gracias, Marta, por este viaje.


Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Clara Estrada Merayo

  • Navidad por sorpresa

    Navidad por sorpresa

    Aunque los turrones ocupan los lineales de los supermercados desde el mes de septiembre, este año la Navidad me ha…

    6 comentarios
  • Las vidas que no vivimos

    Las vidas que no vivimos

    Sentados a la mesa de un chiringuito con vistas a una monumental playa de la costa cantábrica, dos parejas de cuarenta…

  • A veces, uno es feliz y no lo sabe

    A veces, uno es feliz y no lo sabe

    Dice uno de los personajes de ‘Cinco lobitos’, la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa -en mi opinión, una auténtica obra…

    2 comentarios
  • Humanidades

    Humanidades

    Hace unos días, leí que el alumno con la mejor nota de la EVAU de Madrid había decidido estudiar Filología Clásica. Que…

    3 comentarios
  • Y tú, ¿qué salvarías?

    Y tú, ¿qué salvarías?

    Haciendo limpieza, me ha salido una revista que he sentido la necesidad de apartar de la pila de las que iban a la…

  • Volver a dónde

    Volver a dónde

    Las imágenes de una guerra inconcebible en pleno siglo XXI se me mezclan con los recuerdos de aquel confinamiento de…

  • La mala educación

    La mala educación

    Que no lleve a engaño el título del artículo, que lo que voy a contar no tiene relación alguna con el film de…

    4 comentarios
  • Así seguimos

    Así seguimos

    El otro día leía un artículo de Larra escrito en 1833 que me llevó a la conclusión de que habremos evolucionado…

    2 comentarios
  • Feliz año

    Feliz año

    No pensaba, esta vez, hacer el típico balance de final de año porque, aunque suelo caer en ello, en el fondo nunca he…

    2 comentarios
  • Adiós, maestra

    Adiós, maestra

    Estas líneas iban a ser otras, pero la actualidad manda y la muerte de Almudena Grandes ha dejado a mi pluma un tanto…

Otros usuarios han visto

Ver temas