Los osos y los días de terror que he pasado en 26 años frente al micrófono (Parte 1)

¿Qué harías diferente  para no pasar esa vergüenza frente al público? 

Me encantaría decirte que después de 26 años hablando frente al público como maestra de ceremonias, locutorios de radio y tv, conferencista, capacitadora y docente, no he sufrido nunca, no he cometido osos, no he pasado vergüenzas y no he querido salir corriendo.

La verdad es que muchas veces me han pasado cosas. En ocasiones pienso que puedo escribir un libro de todo lo que no debe pasar frente al público y cómo solucionarlo porque sí que hay tela de dónde cortar.Hoy  domingo te quiero contar 1 de esas experiencias que recuerdo y que creo que me marcaron para siempre, pero como sé sacarle el aprendizaje a las cosas, hoy soy mi experiencia y ya tengo alternativas para manejarlo.

Si, así como me encantaría que tú también tengas las herramientas para BRILLAR en el ESCENARIO , la SALA de JUNTAS, el salón de clase y en cualquier mensaje en donde pueda escucharse TU VOZ.El bendito Himno NACIONAL  y los HONORES A LA BANDERA..Han pasado ya como 15 años y aún lo recuerdo y... creo que algunos empresarios también.En la conducción de un evento empresarial, para la toma de protesta del presidente del mismo organismo, con la presencia del arzobispo, el alcalde, el gobernador del estado, el más alto mando del ejército y la crema y nata del empresariado de mi ciudad, pues como en todos los eventos, me tocó hacer las presentaciones. Lo primero era realizar los HONORES A LA BANDERA.Como en todos los países, no hay momento de más protocolo, respeto y formalidad, entonces...

Llevaba semanas solicitando hablar con las personas a cargo de los honores, llega el día y antes de iniciar yo estaba muy nerviosa, era la primera vez que haría algo así, por más que insistí, solo en el último minuto pude hablar con ellos y me dijeron: tranquila, nosotros nos encargamos de todo y les reía. Inició el evento, presenté a la banda de guerra y escolta, todo iba bien hasta que pido al auditorio que se siente  y llega corriendo el más alto mando del ejército para gritarme frente a tooodos y decirme que cómo me atrevía a sentarse sin retirar la bandera, que qué falta de respeto.Mi corazón quería salir, todo el mundo se enteró ahí frente a mi y solo atiné a responder: Sí claro, pero qué hago.... Inhalé y exhalé, sonreí, corregí y continué.

La directora en ese entonces me miró con ojos de te voy a colgar y me dijo que era posible que la despidieran por eso que ocurrió. Toda la carga iba sobre mis hombros y mi inocencia e inmadurez, yo sabía que no sabía, pero también sabía que debía organizarme con la banda de guerra antes sí o sí. También sé que en su momento, los organizadores del evento no le tomaron importancia, por lo general dejan hasta el final el pensar en el maestro de ceremonias.Un error frecuente es que no se contemple al maestro de ceremonias desde el inicio, ya que es quien da la cara por la empresa u organismo ante el público.

A partir de ese día, siempre pregunto tooodo, pido por escrito todo y si habrá honores a la bandera, advierto que no iniciaré mi conducción si no hablo antes con la banda de guerra.

Los organizadores de eventos con los que trabajo, saben de esa experiencia así que no toman como algo menos el que les pida hablar antes con ellos en cada evento,si no no inicio.

Además, siempre una noche antes de ese tipo de eventos, veo un video de un maestro de bandas de guerra y lo pongo muchas veces, cierro los ojos y estoy atenta a las órdenes de la trompeta para saber qué indicación debo dar.

Al final aprendí que no se trata de no equivocarte sino de hacer los ajustes y retomar el camino.

Saliendo de aquel evento creí que nunca más me iban a contratar y bueno... ya sabes la historia, llevo 26 años en esto y contando.Cuéntame, qué historia de vergüenza, oso, terror te ha ocurrido frente al público.

En los días siguientes te compartiré otras dos historias que uff.Por último quiero decirte que TODOS NOS EQUIVOCAMOS y eso no es lo importante,  lo verdaderamente importante es cómo lo manejamos, qué hacemos y cómo nos preparamos para que no nos vuelva a ocurrir y sepamos manejarlo.

De eso y otras cosas poderosas hablo en el training intensivo EL PODER DE LA PALABRA que inicia el 30 de noviembre.

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