Los riesgos que enfrenta un periodista cuando cubre noticias del huracán Irma
Durante los pasados días hemos estado recibiendo constantemente videos y fotos sobre los estragos provocados por el huracán Harvey en Texas. Los visuales han calado en lo más profundo de nuestro, al presenciar los momentos que familias perdieron su hogar y pertenencias y cómo muchas personas y mascotas fueron rescatadas por las inundaciones.
Esto me recuerda cuando en 1998 el huracán Georges azotó nuestra Isla. Los sucesos sobre este fenómeno atmosférico aún están frescos en mi memoria. Yo vivía en la residencia de mis padres y recuerdo los fuertes vientos que arrancaron las planchas de zinc de unas jaulas para gallos de mi hermano y nuestro hogar se estremecía por los fuertes vientos.
Un árbol de la casa de mi vecino fue arrancado de cuajo y cayó frente a mi hogar, lo que provocó que no podía salir para laborar en WAPA Radio en horas de la mañana. Posteriormente las autoridades removieron el árbol y pude cumplir con mi trabajo de periodista.
En el caso de Texas he observado la forma cómo varios periodistas reseñan esta noticia. Considero que es temerario y peligroso que estos profesionales se encuentren transmitiendo en directo esta situación. Se puede apreciar que el reportero casi no se puede mantener de pie por el fuerte viento que lo mueve de lado a lado. Estoy consciente que es importante llevar la información concisa, pero no es necesario que se deba arriesgar la vida no solo periodista, sino del fotoperiodista.
Ahora estamos visualizando las transmisiones de los principales canales, 2 y 4, en el que los reporteros han sido asignados a cubrir las incidencias del paso del huracán Irma en los municipios de Vieques y Culebra y pueblos de la zona noreste.
Hay que preguntarse si los reporteros son obligados a transmitir de esta forma o es una determinación del propio periodista llevar a cabo tal odisea. No solamente vemos esto en huracanes, también se aprecia a los portadores de información metidos en una inundación en el que el agua le llega más arriba de la cintura o bien cerca del lugar que está ocurriendo un tornado.
Un ejemplo de reporteros audaces es Pedro Rosa Nales, mi excompañero de Noticentro fue asignado a cubrir los estragos provocados por el huracán Georges en Culebra. Fue impresionante cuando Pedro transmitió minuto a minuto lo que estaba ocurriendo en la Isla Municipio, a pesar del fuerte viento y la copiosa lluvia que le impedía en varios momentos que pudiera llevar la información a los televidentes.
Otro reportero, Néstor Flecha se encontraba transmitiendo el huracán Harvey y pensé que por poco el viento se lo iba a llevar. Casi no se le escuchaba su transmisión.
En resumen, felicito a estos reporteros por tan excelente cobertura, pero siento que la vida de un ser humano es sumamente importante y debemos tener un límite y un grado de seguridad cuando somos asignados a cubrir noticias de fenómenos naturales.
¡Hasta la próxima!